El único incidente reseñable, según indicaron los bomberos de Pontevedra y la Policía Local, tuvo lugar de madrugada. Sobre las 5.11 de la madrugada, desde Jefatura se avisó a los bomberos de que había que acudir al Lérez, a la altura del puente de Santiago, para rescatar a un joven que se había lanzado al cauce del río y que no era capaz de salir, puesto que había un desnivel de unos tres o cuatro metros desde la orilla al lugar en el que estaba el joven, todavía ataviado con los atuendos medievales que se suelen portar en la Feira Franca.

Fuentes de la Policía Local confirmaron que, al parecer, fue el propio joven el que cometió una temeridad al lanzarse al río cuando se encontraba bromeando con sus amigos de tal forma que, una vez en el agua, era incapaz de volver a salir. Los agentes municipales fueron los primeros en llegar al lugar tras recibir la llamada de alerta y lograron lanzarle una cuerda al joven, que pudo así permanecer agarrado a ella mientras esperaba a que llegase el equipo de rescate de los bomberos que finalmente lo retiró del río. El joven, de unos treinta años de edad, se encontraba en buen estado de salud aunque lo primero que se llevó al salir del agua fue una fuerte reprimenda de algunos de sus allegados por la imprudencia que acababa de cometer. Además, su actuación temeraria podría llevar algún tipo de actuación en su contra que todavía está analizando la Policía Local e incluso podría tener que hacer frente al coste del rescate que realizaron los bomberos.