Las calles eran un sinfín de manjares, de mesas llenas, de familias y amigos. Al menos 270 comidas se celebraron ayer con permiso del Concello, a las que se unieron quienes picaban en los puestos de comida o los que habían reservado menú en alguno de los 135 restaurantes y bares que participaban del festejo.

Para recrear mejor las condiciones del siglo que representaban, los platos de siempre se cambiaron por los de barro o madera, como los tenedores de metal y los vasos y tazas. Las casas del casco viejo improvisaron mesas con caballetes y planchas de madera para poner a comer a toda la familia.

Los menús repetían con frecuencia el churrasco, las empanadas de carne y bonito, la tortilla y los chorizos a la brasa que hacían las delicias de los amantes de un buen bocadillo. Ninguna de las emblemáticas plazas de la ciudad del Lérez dejó de lucir en sus terrazas las mesas preparadas para las comidas, reservadas con antelación.

De acuerdo a los datos del gobierno local, un total de 120 puestos de artesanía y comida se distribuían ayer por la práctica totalidad del espacio de la zona monumental pontevedresa. Unos 42 de esos puestos eran de alimentación, aunque la abundancia pueda hacer pensar que esa cifra, al igual que la del número de comidas, podría ser incluso mayor.

No faltaba la alternativa para quien, lejos de degustar la carne de cerdo, prefiriera regresar a la Edad Media en su versión vegetariana. Locales del entorno de la Basílica de Santa María, en la zona de O Campiño, ofertaban comida vegana, como sus empanadas rellenas con vegetales.

Muchos de los que se animaron a celebrar su propia comida continuaron con el festejo a la hora de la cena, cuando las calles volvieron a ver a los comensales sentados al aire libre, devorando los víveres que aún les quedaban.

Dolores | Cangas

"Hay que venir bien, por eso venimos vestidos y preparados"

Dolores viene con su marido Filiberto y toda la familia por primera vez a la Feira Franca, pero traen sus mejores galas medievales. "¡Claro! Es que o se viene bien o no se viene. Hay que venir bien". Para comer, han cogido una mesa, "comemos aquí al lado, en el parque de Las Palmeras, en la mesa 175", especifica Dolores.

Manolo | Burgos

"Hemos venido desde Burgos solo para esta fiesta"

Manolo, acompañado de sus amigos, llegó a Pontevedra desde Burgos ayer, aunque él es de Málaga. "Hemos venido solo para esta fiesta. Ayer llegamos y nos vamos mañana. Es el segundo año seguido que venimos" a la Feira Franca. El traje medieval ya lo traía puesto "casi" desde Burgos, de donde han viajado en furgoneta.

Carmen | A Coruña

"Todos los trajes que llevamos son caseros, de fabricación propia"

Carmen es de A Coruña, aunque ya conoce bien Pontevedra. "Pontevedra es agradable, tiene calidad, tiene de todo." Carmen está con amplio un grupo de amigas, muchas de ellas pontevedresas, y todas se confeccionan su ropa. "Todos los trajes que llevamos son caseros. Es fabricación propia. Para comer iremos de pinchos ¡Todo medieval!"

Manuel | A Estrada

"Vamos a la Alameda para comer con ambiente y buena compañía"

Manuel va con su hijo Lois en brazos, el pequeño también vestido. "El año pasado también vinimos. Llevábamos otro traje y esta vez hemos aprovechado que nos han prestado uno para cambiar. Tenemos aquí un amigo. Vamos a ir a la Alameda, porque tenemos la comida preparada y allí podemos comer en ambiente y con buena compañía".

Ana | Lalín

"Es la cuarta vez que venimos, nos gustan las fiestas"

Ana llega con sus dos amigas. Vienen de Lalín y Ourense por cuarto año consecutivo. "Nos gusta la Feira Franca. Bueno, nos gustan las fiestas en general y nos gustan las medievales", declara sonriente. "Tenemos una mesa en la plaza de A Verdura", dice después de admitir que "hacemos tour de fiestas por Galicia".