Los lugares de Pazos, Parada, Taboadelo y Xustáns estrenaron esta semana cinco elementos reductores de la velocidad, colocados en carreteras provinciales o locales. Las obras fueron realizadas por la Diputación dentro de su plan de obras, a solicitud del Concello de Ponte Caldelas.

El gobierno local aceptó las peticiones, realizadas en todos los casos por los vecinos, y pactó con ellos los puntos donde se colocaron este tipo de elementos. La localización se decidió también con criterios técnicos para que los reductores fueran realmente efectivos en el control de la velocidad.

Las obras concluyeron estos días con el pintado de la señalización horizontal y la instalación de las señales verticales, pues cada saliente está acompañado de indicadores de la irregularidad en el firme y de limitaciones de velocidad a 30 quilómetros por hora.

El vecindario acoge con satisfacción estas obras, pues en el caso de Pazos se registraban velocidades excesivas, especialmente en el sentido de bajada, por lo que fue necesario regularla a ambos lados de la primera curva que da acceso a este núcleo.

En el caso de Parada, se optó por colocar un badén antes de la curva de entrada del vial provincial desde Xustáns, pues ya se han producido varias salidas de vías.

Finalmente, el Concello estimó las sugerencias vecinales de colocar reductores en el entorno de la iglesia de Taboadelo y junto a uno de los principales cruces de Xustáns, donde también era preciso no solo limitar la velocidad, sino mejorar la seguridad viaria de los peatones.

El alcalde, Andrés Díaz, visitó las obras y explicó que, hasta ahora, no hubo más peticiones vecinales, pero si se producen se estudiarán adecuadamente, porque la línea del gobierno local "pasa por pactar la colocación y situación de los badenes con los vecinos".