El cementerio de Pontevedra iniciará este otoño una gran reforma que supondrá el primer paso hacia su modernización. El primer paso comenzará con el proyecto Voltar á Terra, que dotará al camposanto de un área de cenizas y ceremonias laicas y más de un millar de espacios para cofres de incineración.

La concelleira responsable de Cementerios, Carme Fouces, presentó ayer la iniciativa, resultado de la respuesta a "numerosas peticiones de personas que se acercan al cementerio que reclaman y piden la posibilidad de esparcir cenizas o celebrar alguna ceremonia que no sea de tipo religiosa, una despedida a sus seres queridos de una manera diferente".

"Los enterramientos están cambiando porque está cambiando la sociedad y la incineración es cada vez más un tema pujante", destacó.

El área que será acondicionada tiene una superficie de cerca de 6.000 metros cuadrados y se encuentra en el interior del cementerio. Aunque la idea inicial era habilitar esta pradera para que los familiares y amigos de los fallecidos pudiesen esparcir las cenizas de sus seres queridos, finalmente "el proyecto fue creciendo" e incorporará otros usos.

Uno de ellos será la instalación de columbarios. En total habrá espacio para 602 cofres que se repartirán en columnas, 37 de cuatro urnas, 50 de 5 y 34 de 6. A estas habrá que sumar las sepulturas en tierra, 481, por lo que el total será de 1.083. Las concesiones administrativas, anunció Carme Fouces, serán por 75 años.

Además de todo ello, las familias podrán utilizar una zona de ceremonias con parte cubierta y abierta. Tendrá capacidad para unas 80 personas sentadas.

"Es un proyecto ambicioso que va a ser del agrado de todo el mundo y va a cubrir las necesidades que se van teniendo en los cementerios de muchas personas", destacó Fouces, que añadió que se trata de un elemento más que se sumará a la "excelencia" de todos los lugares de la ciudad.

Las previsiones del Concello de Pontevedra son que las obras se puedan comenzar este otoño y que estén finalizadas en 2018. "Estamos terminando el trámite administrativo para iniciar las obras, si puede ser, cuanto antes".

Los encargados de diseñar el proyecto han sido los arquitectos de ARC+S, en coordinación con los servicios técnicos municipales. El gobierno local todavía no tiene un presupuesto del coste de las obras.

Desde el Concello de Pontevedra se destaca que este tipo de iniciativa es solo el primer paso hacia la modernización del cementerio, que pasará también por una fase de informatización y por el cómputo completo de los espacios que se ofertan y los que ya están ocupados por las familias.

Nichos libres

Aunque cada vez más la tendencia se mueve hacia los entierros de tipo laico, todavía predominan los de tipo religioso, reconoció Carme Fouces. De hecho, en la última oferta de nichos vacíos en los cementerios de San Mauro y Pontesampaio se puso de manifiesto la casi nula demanda de estos espacios ante el aumento de la incineración, pese a que no hay crematorio en el municipio.

El pasado mes de marzo el gobierno local cerraba el proceso de adjudicación en ambos cementerios con una oferta de 241 nichos en San Mauro y 84 en Pontesampaio. La adjudicación definitiva, una vez que los beneficiarios cumplieron con los requisitos económicos, se quedó en 36 nichos en San Mauro y 5 en Pontesampaio, lo que dejaba en el principal camposanto más de 200 espacios disponibles.

Al tratarse de un bien municipal en un espacio público no se puede vender a perpetuidad, de ahí que las concesiones sean por 75 años. Los precios de los nichos a adjudicar se establecían en función de su ubicación y oscilaban entre los 1.300 y los 1.552 euros. Se podían solicitar lotes de uno, dos o cuatro nichos, pero no de tres. Los más económicos son los más bajos de la columna, mientras que los más caros son los del espacio intermedio.