La escasez de clases de refuerzo para alumnos con dificultades en alguna materia es otro de los aspectos que genera disgusto entre los tutores. El fenómeno ocurre, sobre todo, en los centros urbanos, en los que los claustros de profesores tienden a participar menos en los proyectos dispuestos por el Centro de Recursos e Formación de la Xunta.
"Hay colegios que tienen dos o tres líneas y no tienen un programa de refuerzo ¿Entre 450 alumnos no hay ninguno que necesite refuerzo u orientación académica?", señaló Rogelio Carballo.
La situación contrasta con lo que se puede ver en el rural, donde, según Rogelio Carballo, centros con menos de la mitad de alumnos que los del entorno urbano disponen de programas para diferentes asignaturas, adaptados a las necesidades de sus alumnos. Es por ello que desde la FANPA de Pontevedra creen que existe un margen de maniobra que la Consellería debe aprovechar para promover una mejor educación pública, explican al tiempo que rechazan el aumento de colegios concertados y el cierre de centros públicos.
