Ramón Lemus Muñoz presidente municipal de Celaya (una urbe de 450.000 habitantes al norte de Ciudad de México) encabezó ayer una nutrida representación institucional que recibió a la delegación de Pontevedra que estos días se encuentra en el país azteca. Esta ciudad, de marcado carácter industrial, dedicó una dilatada cena de trabajo a los representantes empresariales e institucionales de Pontevedra en la que se analizó, por ejemplo, el modelo urbano de la ciudad del Lérez puesto que Celaya está buscando propuestas para avanzar en un sistema similar.

Celaya está creciendo actualmente un 2,5% anual y su industria está relacionada especialmente con el automóvil y la alimentación. Esta ciudad está tratando de recuperar su centro histórico para la gente y ya comenzaron a dar los primeros pasos con la peatonalización parcial de su principal plaza urbana. Además, si bien una parte de la ciudad es compacta, también cuentan con numerosos núcleos esparcidos por el entorno del municipio que les obligan a planificar de manera detallada el transporte metropolitano.

Además de crecer el número de automóviles, también se fue ampliando cada vez más el espacio que estaba destinado a ellos, mermando el que se destinaba a las personas y reduciendo a su vez el ancho de algunas aceras, por lo que caminar por ella llegó a ser complicado en algunos puntos.

Según Lemus Muñoz, Pontevedra les resulta "un ejemplo que tenemos que situar en el plano aspiracional..., quisiéramos contar con un modelo así y acabaremos haciéndolo, si bien de momento tenemos que conocer experiencias como esta para ir adoptando medidas, pues estamos convencidos de que la ciudad pueda ser rescatada", afirmó.

Para lograrlo, una de sus intenciones es mejorar el transporte público para hacerlo más eficiente y como primer paso para reducir el tráfico de vehículos particulares.

La prensa local mexicana se mostró muy interesada en cómo se fraguó todo el proceso de transformación de Pontevedra en una ciudad sin coches. Así, preguntaron al alcalde Miguel Anxo Fernández Lores cuáles fueron las principales dificultades a la hora de iniciar este proceso, una situación en la que se encuentra ahora Celaya. El regidor enumeró tres: "Los antiguos privilegios de personas que hacían un mal uso del coche; la oposición política materializada en el recurso judicial del PP contra la peatonalización y, por último, el miedo de algunas personas, especialmente comerciantes, a cómo podría llegar a funcionar la ciudad con un menor número de coches en su espacio público". Lores confirmó que, con el paso de los años, aquellos temores se volvieron infundados y que la peatonalización no hizo sino revitalizar un sector como el comercio.

Encuentro entre empresarios

El programa pontevedrés en Celaya se prolongó el sábado hasta bien entrada la noche, pues tras la cena de trabajo tuvo lugar un encuentro informal entre empresarios de ambas ciudades para intercambiar un diálogo de cara a posibles negocios.