En su segunda edición Ponte Coqueta ha ampliado sensiblemente sus contenidos y ayer llenó de ambiente la plaza de Curros Enríquez, a donde se trasladaron las actividades tras los talleres, clases y proyecciones celebrados en los últimos días en distintos escenarios de la ciudad.

El cine ha sido el gran protagonista de esta edición, que ha conseguido reunir en la Casa da Luz numerosas piezas como proyectores o carteles que en su día fueron utilizados en los cines de Pontevedra, fundamentalmente las salas Malvar, Gónviz y Victoria, todas ellas desaparecidas.

A mayores se celebraron distintas conferencias sobre cine y se proyectaron "Miss Ledya" (el primer filme de ficción gallego que se conoce) y "Nuestras fiestas de allá", dirigidas por el pionero del cine Xosé Gil y Gil.

Los pases tuvieron lugar al aire libre, en la plaza de A Pedreira, y contaron con mùsica en directo de la Banda Artística de Arcade.

Tras estas actividades, Ponte Coqueta celebró su jornada central, en la que numerosos pontevedreses y turistas pudieron acudir a la feria vintage y hacerse con algunos de productos de mueblería, compementos, decoración etc que se ofertaron en los puestos.

También se ofertaron servicios como el maquillaje en una jornada en la que no pocos de los asistentes acudieron vestidos con ropas que evocaban los años veinte del pasado siglo.

Otra de las ofertas de la jornada fue la música: la sesión vermú fue amenizada con la música de The Soul Breakers y horas más tarde actuaron ante el público Three on te Beat y Gallaecia Small Band, encargados de despedir la fiesta.

En la misma tampoco faltaron las exhibiciones de swing y lindy hop, así como una clase abierta en la que todos los interesados pudieron familiarizarse con este segundo estilo de baile creadi Estados Unidos entre los años 20 y 40 del pasado siglo.