Agentes del Servizo de Gardacostas de Galicia, dependiente de la Consellería do Mar, en colaboración con la Guardia Civil de Tráfico, decomisaron en la madrugada de ayer algo más de una tonelada de pescado que carecía de cualquier documentación y del que no se pudo comprobar su procedencia durante un control realizado por carretera en el peaje de la autopista en Figueirido.

Durante la actuación, los agentes inspeccionaron un vehículo y comprobaron que transportaba 640 kilos de jurel, 352 kilos de lirio y 55 kilos de pez espada sin ningún documento que amparase su legalidad. El pescado fue requisado y entregado al Banco de Alimentos de Vigo.

Este operativo se enmarca en el conjunto de los controles efectuados por el Servizo de Gardacostas en la comercialización y transporte de productos del mar en las carreteras de Galicia, que se suma a los controles de bajamar en las playas para evitar extracciones y comercialización ilegal de productos pesqueros.

No es el único decomiso importante en los últimos días en la provincia, dado que a este hay que sumar la incautación de 4,5 toneladas de almeja en O Porriño. En este caso, los hechos se produjeron el domingo a la altura del kilómetro 1 de la carretera PO-510. Una patrulla detectó una furgoneta, con placas de matrícula portuguesas, que circulaba "con evidentes signos de exceso de peso". Al inspeccionar la carga, la Guardia Civil comprobó que amontonaba "una importante cantidad" de sacos de almeja, tipo japónica, que carecía de identificación, tanto del producto como de los envases.

El vehículo carecía también del correspondiente certificado de conformidad para el transporte de productos alimenticios o mercancías perecederas y, por lo tanto, "no podía transportar en condiciones de salubridad mercancías destinadas al consumo humano". Se cree que las almejas podrían venir de Cádiz o Huelva para ser vendidas en Galicia.