Las pruebas sobre el "descontrol" en la ludoteca de A Seca y las sospechas de "inseguridad" de algunos padres hacia el trato de los alumnos ha hecho que varios hayan tomado la decisión de dejar de llevar a sus niños a este espacio. "Tengo agosto pagado, pero desde principios de mes decidí que dejasen de ir. Estoy más tranquila así", expone una madre.

Han sido varias las familias que han apostado por retirar a su hijo de este servicio, aunque los denunciantes no pueden precisar cuántos, pues precisamente han perdido el contacto con el muchos de los progenitores.

En total, a la ludoteca de A Seca asisten unos 200 niños. Los más pequeños tienen dos años. Ayer, el grupo de padres que presentaron los papeles se reunieron con la concejal de Educación, Marga Caldas, que les aseguró "desconocer" la situación e informó que se enteraría.