La Vicepresidencia de la Diputación no ve posible una solución "de inmediato" al actual mapa de emergencias de Galicia, que deja a cuatro concellos de la comarca de Pontevedra en las llamadas "zonas oscuras" y a otros seis a un mínimo de espera para atención de 25 minutos.

"Esta es una polémica que viene de lejos, que comenzó con la creación del primer parque del consorcio, el de Silleda, y desde el cual se han ido dando bandazos. Nunca hubo unos criterios claros", consideró ayer César Mosquera.

La asociación de bomberos públicos de Galicia pedía hace unos días a la Diputación de Pontevedra que tomase las riendas de un debate con Xunta y ayuntamientos para ofrecer el mejor servicio a todos los ciudadanos. Lo hacía después de que desde el gobierno provincial se afirmase que el actual acuerdo, del mandato de Rafael Louzán, expira en 2021 y que será ahí cuando se tome alguna decisión. Ahora, César Mosquera viene a apoyar esta postura.

"Se creó un mapa muy particular, como se pudo, de una manera bastante mejorable", indicó el vicepresidente de la Diputación.

De hecho, el propio director xeral de Emerxencias e Interior de la Xunta, Luis Menor, también reconocía este verano que el reparto de los parques del Consorcio Provincial de Bomberos atiende peor al entorno de las grandes ciudades, ya que los parques municipales de estas no les pueden cubrir, como ocurre, por ejemplo, entre Pontevedra y Poio, Marín o Vilaboa, concellos muy cercanos físicamente.

En opinión de César Mosquera, el principal problema en este caso es que es un modelo "que está funcionando con las decisiones tomadas". Por ello, recordó que actualmente sería "muy difícil" llevar a cabo de forma inmediata cualquier modificación de los contratos de los trabajadores de los parques del consorcio.

"Tenemos planteamientos para el futuro y para que no se pierdan más oportunidades", dijo en referencia al futuro nuevo contrato.

Colaboración

"Lo que no pueden entender los ciudadanos es que haya muchos servicios relacionados con el fuego y que cada uno dependa de un lado. Unos son del consorcio, otros de los concellos... Hay que tener los planteamientos claros e intentar resolverlos", reconoció.

Por ello, pidió la colaboración "de todo el mundo". "Y esto significa que también deben hacerlo los sindicatos", subrayó. "Porque si cada vez que queremos mejorar se ponen condiciones que son imposibles en ese momento, al final atascamos todo", advierte.

En cuanto a la posición del Concello de Pontevedra, que hasta ahora se ha querido mantener al margen sobre la petición de comarcalización de su parque municipal asegurando que están abiertos a ello siempre y cuando no suponga un gasto extra a sus arcas, Mosquera señala que es un tema "responsabilidad de todos". "Es absurdo que tengas en las ciudades parques bien dotados con una especialización extraordinaria y que solo salgan a cosas graves 30 veces al año. Pero lo que no puede ser es que cada salida seria les cueste 100.000 o 200.000 euros", se lamenta.

Para Mosquera, por parte de la Xunta hay un "inmovilismo absoluto". "Lo que no puede ser es que tú digas haced lo que queráis pero no estés dispuesto a poner ni un euro más".

Respecto a si el cuerpo debe estar formado por trabajadores públicos, el nacionalista lo tiene claro: "tiene que ser ejercido por funcionarios". "Los bomberos deben ser agentes de la autoridad, por lo menos cuando están actuando", señala.

"Los bomberos cualificados son caros. Hay que buscar esa proporción", propone. "Lo que no puede ser es que un ayuntamiento de 500 habitantes tenga un equipo de ese tipo".

En cualquier caso, Mosquera cree que son razonables las reivindicaciones tanto de los profesionales como de los concellos afectados por el actual mapa de emergencias, especialmente los de Ponte Caldelas, Cerdedo-Cotobade, Campo Lameiro y A Lama, los de zonas "de sombra". "Pero no ve que vaya a haber una solución de inmediato. Lo que sí veo necesario es que haya unas líneas de trabajo y no se sigan perdiendo oportunidades", concluyó.