El contrato para la gestión del agua costará unos 6,5 millones de euros al año y estará vigente desde su firma durante dos décadas. Los datos que el gobierno municipal ha ido dando en los últimos meses sobre los pliegos para la contratación de la gestión integral del ciclo del agua adoptaron ayer su forma definitiva, después de que el Concello aprobara el miércoles un expediente en Xunta de Gobierno extraordinaria que hizo público este jueves.

La aprobación de este expediente confirma varias novedades que supondrán una mejora de las condiciones de contratación del servicio. El nuevo acuerdo eliminará la cuota de consumo mínimo, que era hasta ahora de pago obligado para cualquier usuario, aunque gastase por debajo de ella. Todos los clientes debían abonar 4,5 euros al mes en concepto de 15 metros cúbicos, independientemente de que los consumieran o no.

A partir de la entrada en vigor del nuevo contrato, solo pagarán lo que consuman, según informó ayer el Concello. "Los usuarios van a tener un recibo en el que van a pagar el agua que consuman. Si consumen un metro cúbico, van a pagar un metro cúbico; si no consumen agua, no pagan y si consumen 15, pagan 15", explicó la alcaldesa en funciones, Carme da Silva.

La aplicación del nuevo contrato todavía tendrá que esperar. EL viejo acuerdo, firmado en 1.997, expiró en febrero de este año y, de momento, el expediente de contratación todavía ha de publicarse en los diferentes boletines oficiales. Entonces, se abrirá el plazo para la presentación de ofertas de las empresas que deseen obtener el servicio. Las aspirantes tendrán 52 días para presentar sus cartas.

La desaparición de la cuota mínima de consumo no es la única modificación que incluirá el nuevo concierto. De acuerdo con los pliegos, el mantenimiento y reposición de contadores y acometidas correrá siempre a cargo de la empresa adjudicataria. Con el contrato anterior, las reparaciones de averías en la red eran sufragadas por el Ayuntamiento y las que se producían en las acometidas a las viviendas se cargaban al usuario, liberando así a la empresa. El nuevo contrato de gestión del agua obligará a la concesionaria a encargarse del mantenimiento y reparación de las segundas, las acometidas a las casas, sin que se derive ningún coste para el consumidor. El cliente solo tendrá que pagar la instalación del primer contador y los trabajos para hacer la acometida de la vivienda a la red general.

"Supone un ahorro muy importante para los usuarios de la red" y una mayor "eficacia" a la hora de reparar estas averías, al no depender, tal y como hasta ahora ocurría, de los trámites que requiere la solicitud de permiso a las comunidades de propietarios para poder intervenir, subrayó da Silva.

Las responsabilidades de la gestora del agua se extenderán también a la red de pluviales. La empresa se encargará de un mantenimiento destinado a evitar inundaciones durante la temporada invernal. Las lluvias copiosas pueden atascar la red y generar inundaciones, si esta no está preparada para desaguar correctamente por efecto de la acumulación de hojas, lodos o derrumbamientos. La red "ha mejorado mucho" con las renovaciones de los últimos años, sostiene en todo caso el Concello, que ahora descarga esta tarea en la adjudicataria.

Otro aspecto que ayer destacó el gobierno local referente al acuerdo que suscribirá en los próximos meses es el que se refiere al cuidado de las fuentes públicas del término municipal. En total, unos 400 surtidores, distribuidos tanto en territorio urbano como rural, pasarán a estar bajo la supervisión de la compañía adjudicataria del servicio. La gestión y control de estas fuentes significará un notable ahorro para las arcas municipales, declaró da Silva.

Mantenimiento

El mantenimiento de la galería de servicios y de la red de alta, punto este último que hasta ahora asumía el Concello, también pasarán a ser competencia de la empresa que gestiones el ciclo del agua.

El contrato vigente hasta este año fue firmado en febrero del año 1997 por la entonces llamada Aquagest (Promoción Técnica y Financiera de Abastecimiento de Agua SA). Hoy, dicha compañía ha pasado a ser Viaqua (Gestión Integral de Augas de Galicia SAU). En este acuerdo cabía la posibilidad de suscribir prórrogas anuales hasta un máximo de cinco años, pero el Concello anunció hace ya varios meses que no haría uso de esta prerrogativa. El concejal responsable del Ciclo del Agua, Raimundo González, aclaró entonces que las condiciones sobre las que se firmó el contrato de concesión del servicio municipal a finales de los 90 son hoy "manifiestamente diferentes".