Las cofradías de la Ría de Pontevedra temen que la llegada de las lluvias vuelvan a empeorar la calidad de las aguas entre Placeres y Lourido, una zona reabierta al marisqueo por la Consellería do Mar la semana pasada después de permanecer vetada durante más de 18 años.
Los representantes de las agrupaciones marisqueras que explotan la zona entienden que la escasa presencia de precipitaciones estos últimos meses ha ayudado a mejorar los resultados de los análisis. Intecmar, el Instituto Tecnolóxico para o Control do Medio Mariño, realiza cada dos meses estos exámenes en los espacios cerrados al marisqueo durante un período de tiempo prolongado.
"Es evidente que la depuradora de Lourizán funciona mejor con 1.000 litros de agua que con 20.000. Lo poco que ha llovido últimamente hace que la calidad del agua vertida sea mucho mejor. Y ayuda a que los análisis sean más positivos. Me parece bastante evidente, aunque es solo mi opinión", expresa Iago Tomé, patrón mayor de la Cofradía de Raxó.
En la misma línea se mueve César Rodríguez, su homólogo en San Telmo. Para Rodríguez, la ausencia de lluvias ha ayudado mucho porque la depuradora de Lourizán puede procesar mejor el agua. Aunque el patrón mayor de la Cofradía de Pontevedra destaca que también han podido influir "los pequeños arreglillos" que últimamente han venido haciendo Augas de Galicia y Viaqua.
Mientras, Tomé es más tajante y recalca que "obras de saneamiento en sí no se hicieron, lo único que se promovió fueron unas pequeñas mejoras en Placeres, a la altura de las cocheras, donde había vertidos". "Pero está claro que al no haber lluvia, la depuradora acoge todo lo que se le demanda", destaca.
Por ello, ambos patrones entienden que el dragado y el saneamiento de la ría es una actuación que sigue siendo "muy necesaria". Y así lo recalcan. "El dragado de la ría no puede estar parado por el hecho de que 40 personas que vivan de la navaja tengan miedo. La navaja es más resistente que la almeja y nosotros queremos que se haga, porque los estudios dicen que va a ser positivo", destaca Rodríguez.
Impulso económico
Más allá de las dudas iniciales por la longevidad en el tiempo de esta clasificación como zona B, que permite recoger almeja y comercializarla tras pasar por la depuradora, lo que los patrones tienen claro es que el fin de la zona C en estos tramos de la ría puede suponer un impulso económico muy importante para la actividad marisquera. "Es que se nos abre la posibilidad de poder recoger almeja en una zona que, a falta de mediciones, es más extensa que la suma de las actuales", expresa Tomé.
"A priori es una noticia muy positiva. Ahora hay que ver sobre el terreno cómo están esas zonas. Si hay almeja nos permitirá ganar más dinero y dosificar la explotación, que también es importante. Pero hay algunas que no se visitan desde hace mucho. ", analiza Rodríguez. De hecho, ambos patrones son escépticos con la zona del río debido al enorme fango acumulado y a la no ejecución del demandando dragado.
Los reconocimientos de la zona se harán en los próximos días. Tanto por parte de los mariscadores como de los biológos de la Xunta. Antes, posiblemente el viernes, las cofradías de Lourizán, San Telmo y Raxó se reunirán para establecer un plan común y estudiar posibles opciones de explotación.
Más licencias, descartadas
Iago Tomé avanza que pedir más licencias de marisqueo "no es una opción" debido a que "en cualquiera de las zonas puede aparecer una toxina o empeorar la calidad de las aguas y "tener que decirles que se vayan para casa de nuevo". "Sin embargo, sí que nos planteamos solicitar a la Xunta que amplíe el número de días de trabajo a las mariscadoras a pie", expresa.
