El mejillón es desde ayer el único que supera en número a los turistas en la praza da Chousa de Combarro, aunque será por poco tiempo. Más de 1.000 kilos de este molusco se consumirán entre ayer y hoy en la carpa situada en este punto de la singular villa en cinco especialidades diferentes: al vapor, al tigre, en escabeche, a la vinagreta o en empanada; y para los que prefieren otros sabores, empanada de atún.

"El año pasado servimos unas 6.000 raciones y este año hemos empezado fuertes porque, al no hacer sol, la gente no va a la playa y viene aquí; pero el día que normalmente está esto más concurrido es el martes", explicaba ayer Juan Manuel Pérez, el presidente de la entidad organizadora de la Festa do Mexilón, el Ateneo Corredoira.

En la organización de la fiesta intervienen unas 20 personas. La preparación de los mejillones exige comenzar a trabajar un día antes de servir las raciones para cocer y llevar a la panadería el producto que servirá de relleno a las empanadas.

Los dos días siguientes, las raciones se sirven de forma ininterrumpida, desde la una de la tarde hasta la noche. Hoy será la última oportunidad que tengan los interesados para degustar este bivalvo, hasta que la fiesta regrese el próximo año. Las raciones cuestan cinco euros, salvo los mejillones al vapor y la empanada, por los que tan solo hay que pagar cuatro.

"Hemos comido mejillones a la vinagreta y al vapor. Ya habíamos estado en Combarro, que es muy bonito, pero no habíamos estado nunca en la fiesta del mejillón y están muy ricos", decían los comensales Carlota y David, recién llegados de Santiago de Compostela.

Todo el mejillón que se sirve en este convite es aportado cada año por los productores locales. "Se turnan entre ellos y cada año nos sirve uno. Este año, como está abierta la ría, es todo mejillón de aquí", subrayaba Juan Manuel. Desde las bambalinas, en las que enromes ollas servían para cocer el marisco, una de las ayudantes contaba el secreto: "Todo es casero, casero y natural".

En total, los comensales tomarán entre 100 y 150 barras de pan que acompañarán sus raciones y podrán elegir para beber entre Ribeiro tinto o blanco, agua o refrescos.