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Francisco Rivera Ordóñez, " Paquirrri": "Siempre ha habido una comunión entre esta afición y yo... Vengo a disfrutar de este calor"

"Es mi última temporada y la verdad es que lo llevo mal, muy mal", reconoce el torero, que esta tarde se despide de la plaza capitalina

Francisco Rivera Ordóñez, " Paquirrri": "Siempre ha habido una comunión entre esta afición y yo... Vengo a disfrutar de este calor"

Famoso (confiesa que muchas veces a su pesar) desde la cuna, Francisco Rivera Ordóñez tomó la alternativa en 1995 para continuar la saga en la que nació: hijo, sobrino, nieto y bisnieto de toreros, demostró una capacidad natural para el arte de Cúchares que sumada a su sonoro apellido lo situó como sucesor de Ordóñez y Paquirri y convirtió su carrera en meteórica. Tras 22 años de éxitos, altibajos, percances y miles de primeras páginas de la crónica social, este hijo de un torero legendario y una mujer de increíble belleza se despide de los ruedos. Hoy dirá adiós a la afición capitalina en una tarde especial en la que compartirá cartel con su hermano Cayetano y con el rejoneador Diego Ventura.

- ¿Qué le gustaría transmitir en su despedida a la afición gallega?

-Sobre todo lo que quiero es disfrutar de esta buenísima afición. Aquí he toreado mucho, creo que siempre ha habido una comunión entre la afición y yo y la verdad es que a lo que vengo es a ver sobre todo si el toro embiste y me deja desarrollar mi toreo y disfrutar de este calor, de esta afición, de este "olé" y de esta forma que tiene esta afición gallega de entender el toreo, que a mi me encanta.

- ¿Qué recuerdos tiene de esta plaza?

-Muchos y muy buenos, la verdad es que aquí he toreado muchísimas veces y he tenido oportunidad de cuajar toros importantes y de sentir el calor de esta afición, así que me llevo muchísimos recuerdos, un montón.

- ¿La del adiós está siendo una temporada agridulce?

-Bueno, está siendo dulce (risas) lo que pasa es que tengo ahí el hecho de que es mi última temporada y lo llevo mal, la verdad es que lo llevo mal, muy mal.

- Porque es usted joven.

-Bueno, depende para qué (risas).

- En el sentido de que numerosas figuras del toreo han prolongado su carrera mucho más allá de su edad, ¿por qué decidió dejarlo en este momento?

-Yo amo el toro tanto que la verdad? Es una profesión muy exigente, tremendamente exigente para empezar para la familia, a la que le pides un esfuerzo y un sacrificio brutal, pero al mismo tiempo creo que es la profesión más bonita y maravillosa que existe. Y merece la pena amando el toro, merece la pena irse estando con el traje de luces a gusto, no pasando ya el mal rato y que sea duro estar delante del toro, no lo soportaría, sobre todo no soportaría irme dando pena; sinceramente creo que estoy en un momento muy bueno, pero analizando todo pienso que es el momento adecuado.

- Se despide de Pontevedra acompañado de su hermano, en una de las pocas ocasiones en las que torean juntos?

-A mi me gusta torear con mi hermano, me encanta, de hecho cuando toreo con mi hermano me siento que puedo ser más útil que cuando le veo torear y no estoy vestido de luces, que es una tontería, pero bueno; me encanta medirme con un torero de la calidad de Cayetano y sobre todo disfruto muchísimo de su toreo y de sus formas. Me encanta estar con mi hermano porque tenemos una competencia muy sana y sobre todo porque sus triunfos son míos y los míos son suyos y eso es algo muy especial.

- Sin embargo no le gustó mucho cuando le dijo que quería ser torero

-No, primero porque era muy mayor, creíamos de alguna forma que no lo había meditado realmente ni pensado en eso realmente y la verdad que fue una sorpresa y posteriormente ha desarrollado esa calidad increíble.

- ¿Qué se aprende de más de 20 años dedicados a los toros?

-Buenoooo (risas) de todo, se aprende de todo. Es una profesión en la que todo se vive a lo bestia, todo, los triunfos son a lo bestia, los viajes son a lo bestia, el sacrificio es a lo bestia, el precio que se paga es a lo bestia, todo, todo es a lo bestia, pero lo único que puedo decir es que si volviera a nacer volvería a ser torero o volvería a querer ser torero, porque creo que cada tarde debemos de hacer por merecer el traje de luces.

- ¿Qué pasa por su cabeza a punto de salir al ruedo? ¿Da tiempo a pensar en algo?

-No, ahí lo que tienes es que ir con las ideas muy claras, muy decidido a asumir el precio que se paga por ser torero y por tener estos sueños que tenemos, pero pensar luego nada, a lo que te tienes que dedicar es a analizar el toro, a analizar todo, sentir y reaccionar, pero ya no tienes mucho tiempo para pensar, en ese momento tienes que ir ya con las ideas francamente claras.

- Ha habido momentos duros como la gravísima cornada que sufrió en 2015. ¿Después de todo ha merecido la pena?

-Absolutamente.

- ¿Y piensa en a qué se dedicará tras su adiós?

-No, me tengo que reinventar pero ahora mismo estoy centrado en la temporada y la verdad es que hasta que no acabe no quiero ni ponerme a pensar en nada, ya tendré tiempo (risas). Ahora lo que quiero es disfrutar de esta afición.

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