"Aquí hay muchas zonas de la ciudad que arreglar. Las aceras sí que son estrechas, pero también piensas que si las amplían al final van a quedar para servicio de las cafeterías. La cuestión de la limpieza depende del civismo de la gente. Es algo que pasa en todas partes. Yo vivo en San Salvador y muchas veces vengo andando, pero otras utilizo el coche para hacer compras".