El gobierno local de Pontevedra presentó el pasado año un proyecto para recuperar el carballo y su entorno. Esta mejora supondría una inversión de 200.000 euros y -según se expuso en su día- permitirá una sensible mejora del perímetro que rodea al árbol y a la capilla anexa.

El proyecto contempla actuar sobre el entorno de la capilla para retirar el asfaltado, que sería sustituido por un pavimento diferenciado en la carretera que discurre por las inmediaciones a fin de calmar el tráfico.

Asimismo, esta renovación del pavimento busca permitir el uso del entorno de la capilla a modo de plaza pública para las fiestas o los encuentros de los vecinos.

Los portavoces del gobierno local explicaron que el proyecto de intervención también incluye la instalación de un banco corrido en el muro del atrio de la capilla y, de ser posible, moverlo para abrir un paso peatonal a su lado.

Otra de las actuaciones del proyecto se centra en mejorar las posibilidades de supervivencia del árbol, cuya base está rodeada de hormigón. La idea es retirar todo este elemento que amenaza al ejemplar para dejar un alcorque de tierra de unos 21 metros de diámetro.

Así, el alcorque ocuparía aproximadamente el espacio equivalente a la copa del árbol y se empedrará en el acceso.

También se buscaba proteger con la intervención al otro ejemplar que crece cerca del centenario carballo, un hijo de éste que fue plantado en el año 2002.

El gobierno local indicó en la presentación de este proyecto que "era compromiso del Concello mantener reuniones con los vecinos y la Comunidad de Montes, así como con otras entidades implicadas en la recuperación del espacio y del seguimiento de la salud del carballo como la Diputación, a través de la Estación Fitopatolóxica do Areeiro y el Arzobispado". Éste es el propietario de la capilla y al igual que con la institución provincial se han mantenido contactos para consensuar la intervención sobre la capilla y el secular árbol.

Pero el proyecto que promueve el Concello tiene que contar con el visto bueno de la Dirección Xeral de Patrimonio de la Xunta de Galicia, que aún no ha recibido.

En todo caso, este proyecto también suscitó recelos de la asociación de vecinos de Moldes-Mourente.