Tres intoxicaciones etílicas (dos de ellas sufridas por dos menores de edad) y un herido por agresión fue el balance de la primera tarde-noche de peñas, según fuentes oficiales. En la noche del sábado al domingo las Urgencias del Hospital de Montecelo recibieron a tres jóvenes afectados por una ingesta abusiva de alcohol y un lesionado durante una reyerta, que solo requirió una primera atención sanitaria y no necesitó hospitalización.

En todo caso la Policía Local de Pontevedra destacó a través de su portavoz el "buen comportamiento general" de los miles de jóvenes que se concentran en las calles de Pontevedra durante los días de peñas. En la primera jornada hubo "mucha gente y ningún problema grave de seguridad", según la Policía Local de Pontevedra.

Por lo demás, en las primera jornadas de esta fiesta la concesionaria de la limpieza de calles retiró una gran cantidad de basura de las calles, cuya cifra será revelada hoy por el Concello, con la cifra de la recogida de basura realizada en la pasada madrugada.

Muchos hosteleros volvieron a quejarse de los problemas derivados de las grandes concentraciones de jóvenes en calles y plazas del centro urbano, especialmente en la zona monumental, que dificultan o en algunos casos impiden el trabajo normal de la hostelería.

Las peñas en la calle suponen una excepción del reglamento de convivencia en espacios públicos que prohibe el consumo de alcohol en la vía pública. Esta excepción se basa en que el Concello de Pontevedra considera la celebración de "peñas" una fiesta en sí misma, que ha quedado al margen de los festejos taurinos, aunque puedan coincidir en los mismos días.

La excepción a la norma que prohibe beber alcohol en las calles se encuentra precisamente en las fiesta populares -además de las terrazas de bar autorizadas-, con lo que considerando las "peñas" juveniles una celebración festiva tradicional de la ciudad, se puede aplicar la prerrogativa.

El gobierno local entiende las "peñas" como una fiesta totalmente asentada entre la juventud pontevedresa.

Esa es la razón legal para permitir el "macrobotellón" en las calles en que se ha convertido esta fiesta de peñas.

Así, durante esta fiestas miles de jóvenes pueden concentrarse en los espacios públicos y beber alcohol, si bien esta fiesta genera cada año una controversia en el centro histórico y sus aledaños, ya que para los negocios de hostelería esta fiesta les suponen pérdidas incalculables.