"Pontevedra cada vez tiene más éxito y con razón", afirma la artesana de Xacarandá, un taller de esmaltes al fuego que participa por cuarto año en la Feria de Artesanía y Diseño, cita que en este 2017 ha ganado en afluencia. "Se nota un montón que hay más, especialmente más turismo, se ve de un año a otro que va aumentando".

Es un positivo balance que compartieron ayer todos los artesanos consultados por FARO: joyeros, tejedoras, apicultores etc que desde el pasado 14 de julio venden sus productos en el paseo de Antonio Odriozola, emplazamiento que despiden hoy con un elogio unánime.

"El sitio es súper guapo, muy de paseo y de familia, además se celebraron espectáculos y hubo mucha vida en la calle" resume Eva Martín, del taller La Luna y la Luciérnaga, un artesana del Occidente asturiano que recibió en Pontevedra "varios encargos, porque mucha gente volvía al día siguiente, fue un ambiente de compradores y de vida familiar".

Está contenta con las ventas, al igual que la artesana de Vilaboa Lucía Arosa, de A´Bokados Coiro. "Ha ido bien, con bastante turismo, los días que ha habido música en las plazas se ha notado en ventas y en afluencia, se ve más gente en la calle paseando".

Constata como sus compañeros que una significativa parte de los que recorrieron los estands fueron turistas "y bastantes extranjeros".

En algunas casetas, caso de la de Apipili, la práctica totalidad de los compradores son turistas, una afluencia que este verano está batiendo todos los récords. La apicultora Pilar Núñez sonríe si se le pregunta por los productos que más vende: "Pensé que serían las cremas, pero es la miel y en envases pequeños porque la mayoría de los clientes son turistas y les resulta más fácil para trasladarla en el viaje".

Por su parte, los clientes afirman valorar "especialmente que sea un trabajo manual, la originalidad y que sea un producto natural o que esté hecha con ellos", indica Eloísa Mateos, de Badajoz, una de las excursionistas que en la mañana de ayer recorría con calma las casetas en ese clima de relax que valoran los artesanos.

Más arte que adorno

Es el caso del joyero Mario López cuando señala que "estoy muy satisfecho con la feria, me llevo una experiencia positiva" después de tres semanas en las que "han pasado por aquí muchas personas, especialmente bastantes turistas; el hecho de que sea peatonal colabora también a la actividad, la gente pasea de un modo muy relajado".

Como resultado, comparte con sus compañeros que las ventas "no son lo ideal, siempre se quiere más, pero para los tiempos que corren me conformo".

En su estand pueden verse sorprendentes joyas de autor. Propone la reutilización de objetos antiguos, caso de cucharas, tenedores o filtros de cámaras fotográficas que adapta para que encajen en su búsqueda personal de las formas abstractas. "Más allá de un adorno, trato las joyas como un objeto que tiene una intencionalidad artística", explica.

La benjamina, al menos en tiempo en la feria, es Iria Rodríguez, artesana de Cangas al frente de Iroma, que trabaja en ganchillo y textil. "Solo levó aquí una semana", explica, dando el relevo a otro artesano, y su puntuación a la "Chalana" es alta. "Ha habido mucho turismo, por las mañanas mucha gente nos visita", señala, "estoy muy contenta y por supuesto voy a repetir".

Plata, alpaca, cuero, miel, polen, primorosos hilados, bolsos, broches, originales cuencos esmaltados, instrumentos musicales? Todo en "Chalana" (harán bien los interesados en aprovechar hoy el último día de apertura) está lleno de esfuerzo, creatividad, amor y tiempo.