Los mercadillos son un reclamo para vecinos y turistas y la feria ambulante de Portonovo se llena de gentío, incluso en las mañanas calurosas que se presentan en estos meses de verano. La calle de la Barrosa en Baltar se llena durante unas horas de vendedores y compradores , que en verano se convierten la mayoría en turistas. La feria es, por lo tanto, la protagonista de los lunes y jueves de verano entre los turistas de la zona. Personas de fuera de Galicia se acercan a este mercadillo en busca de productos típicos de la tierra gallega.

A pesar de que el sector textil constituye una de las principales áreas del recinto, con ropa de hogar, de señora y de caballero, lencería o ropa infantil, también tiene presencia en esta feria el calzado, la bisutería y los complementos. A su vez, se pueden adquirir todo tipo de hortalizas y frutas, embutidos, quesos, pan, empanadas o churros.

Esta feria cuenta con la presencia de vendedores gallegos como Miguel Vega, que lleva más de 40 años poniendo su puesto y dice que "considero que el verano siempre es positivo, ya que la llegada de turistas favorece considerablemente a nuestras ventas, gracias a la gente de fuera como a los vecinos de por aquí que siempre están más predispuestos a comprar". Vendedores ambulantes del norte de Portugal, como João Caldeira, se acercan también a Portonovo buscando nuevos clientes y la presencia del turismo en este pueblo costero, aunque al contrario del anterior, considera que "ni los turistas ni el buen tiempo hace que mejoren las ventas".

Familias enteras procedentes de diferentes partes de España que deciden veranear en Portonovo, Sanxenxo o en pueblos vecinos tienen claro que pasar un lunes o un jueves por este mercado es una visita obligada, al entender que "es una forma de pasar el tiempo y de aprovechar para comprar una camiseta de tu jugador de fútbol favorito a un precio muy bajo" .

Estela y Leire, son dos vascas fieles a la feria ambulante de Portonovo, llevan 5 años veraneando en esta villa y aseguran que "es la mejor opción cuando el tiempo está un poco nublado, además nos gusta mucho comprar en este tipo de ferias ya que los precios son bajos y las prendas tienen calidad, siempre nos vamos para casa con las manos llenas de bolsas ".

Sin duda, esta feria se ha convertido en alternativa a la playa en las mañanas de los lunes y jueves.