La familia de la joven pontevedresa Sonia Iglesias, desaparecida hace siete años, el 18 de agosto de 2010, vuelve a hacer un llamamiento a la ciudadanía para salir a la calle en su recuerdo. Numerosos escaparates de tiendas y locales públicos de la ciudad, así como de concellos vecinos como Poio, cuentan ya con carteles en los que se anuncia una nueva marcha por el centro de Pontevedra para el próximo viernes, 11 de agosto, que partirá a las 21.30 horas de la Praza de A Ferrería.

Como es habitual, la manifestación silenciosa recorrerá varias calles para detenerse en la de la tienda de moda en la calle Benito Corbal en la que Sonia Iglesias trabajaba como encargada hasta el día en que desapareció, con 38 años. Entonces tenía un hijo, de ocho años.

La pontevedresa desapareció en la mañana del 18 de agosto de 2010. Su rastro se perdió en la calle Arzobispo Malvar, en pleno centro de Pontevedra, después de acudir a una tienda de reparación de calzado. Tras cuatro años de infructuosas investigaciones, con un único imputado al que ahora se le levantó la imputación y sin nuevas pruebas ni pistas, la Audiencia Provincial decidió cerrar el caso en abril de 2015.

La Sección Cuarta de la Audiencia Provincial de Pontevedra decretó el archivo provisional del caso y desestimó los recursos interpuestos por la familia, constituida en acusación particular, y del Ministerio Fiscal contra el auto del juzgado de instrucción número 3 en el que se decretó el archivo provisional del caso y levantó la imputación que pesaba contra la pareja de la pontevedresa en el momento de su desaparición, Julio Araújo.

"Os pedimos que sigáis a nuestro lado en esta lucha, que no desistáis, porque solo nos queda el consuelo de conocer algún día al culpable", aseguraba la hermana de Sonia Iglesias, María del Carmen Iglesias Eirín, al término de la marcha convocada el año pasado por estas fechas.