La relación entre los empleados de Elnosa y el Concello de Pontevedra han sido siempre un foco de tensiones. Han sido frecuentes los episodios de notable polémica, caracterizados por continuas alusiones de los trabajadores al alcalde pontevedrés, al que siempre han señalado como uno de los grandes enemigos de la clorera y responsables directos de su posible cierre.

El último de estos incidentes se produjo hace escasas semanas, cuando los miembros del comité de empresa de la compañía insinuaron que el gobierno local había retirado sus pancartas de protesta. El propio alcalde salía al paso de estas afirmaciones: "Ni las puse ni las retiré", decía.

Las protestas de los trabajadores contra Miguel Anxo Fernández Lores les llevaron incluso a realizarle un escrache ante su casa en Marcón hace poco más de dos meses. Los convocantes puntualizaron después que, en todo caso, se trataba de una protesta pacífica.

"La empresa compró en su día una fábrica en desguace y con fecha de caducidad y sabía perfectamente su situación, por lo que ha tenido tiempo más que suficiente para buscar una nueva ubicación y cambiar la tecnología", recordaba la concejala Carme da Silva hace unos días en consonancia con la idea planteada por Marea.