Seis meses de obras, con una inversión prevista de 3,5 millones de euros y una nueva concesión por veinte años. Son las cifras básicas del plan de viabilidad que acaba de exponer al público el Concello para sacar a concurso la gestión de las piscinas de Campolongo, un recinto que, como reconoce el propio documento "llegó al final de su vida útil" y necesita una reforma integral con urgencia. Esa remodelación depende de que el Concello emprende al concurso de adjudicación y una empresa asume no solo la explotación de las piscinas, sino también la elevada inversión requerida.
De llegar estas previsiones a buen puerto, las instalaciones deportivas de Campolongo deberán permanecer cerradas unos seis meses, según los cálculos del propio estudio de viabilidad, lo que dejaría sin esta oferta a los 29.000 usuarios que cada año pasan por estas piscinas. A lo largo de los últimos quince años el número de personas registró oscilaciones, con los 36.800 como pico más alto en 2004, a los menos de 27.300 en 2014. El último balance deja la cifra en 28.987, con una media de abonados mensuales de 2.416, por debajo de los más de tres mil que se contabilizaban en 2004.
Con estas cifras como base, la empresa Lagares Oca, autora del plan de viabilidad, estima que en los próximos años se puede recuperar clientela y llegar a los 2.900 abonados mensuales e incluso recuperar los 3.000 de hace quince años.
En todo caso, para ello es obligatorio dar un total lavado de cara al recinto, con un prolongado cierre que afectaría también a las pistas polideportivas al aire libre existentes sobre la cubierta de las piscinas y que son ajenas a la explotación interior, ya que son de uso público y gratuito. Por ello, además de los 29.000 usuarios bajo techo que quedarían sin este servicio durante los seis meses de obras, habría que añadir a los cientos de jóvenes que utilizan cada semana las pistas superiores.
El documento señala que "tras más de veinte años prestando servicio a la población, la Piscina Municipal de Campolongo llegó a sus años finales de vida, en términos arquitectónicos, tecnológicos y medio ambientales. Queda también obsoleta y pequeña ante la actual demanda de práctica de actividad física, lo que afecta de forma muy importante y directa a la calidad del servicio", algo de lo que se quejan desde hace tiempo los usuarios, malestar del que se han hecho eco los grupos municipales de la oposición en varias ocasiones.
La solución, para el gobierno local, es sacar a concurso las piscinas y, de paso, resolver el cúmulo de prórrogas irregulares de la explotación que se produce desde 2010.
Las obras programadas se presupuestan en 3,5 millones de euros, si bien el Concello estaría dispuesto a aportar 1,2 para reducir la cuantía privada y animar a alguna empresa a asumir este reto, después de que el anterior concurso quedara desierto al llevar incorporado la fallida ejecución de centro deportivo de A Parda.
Las reformas imprescindibles son las siguientes: ampliación del sótano eliminando las salas existentes de squash para realizar una de fitness de 505 metros cuadrados, tres de actividades entre 119 y 131 metros cuadrados, y crear una sala de actividades de 138 metros en la planta de acceso; renovar los equipos de climatización, calefacción y depuración de las instalaciones, así como ampliarlos a los espacios de nueva creación; realizar el saneamiento del forjado del techo de toda la instalación, que a su vez es la pista polideportiva exterior; renovar los suelos y paredes de los vasos de las piscinas y sus respectivas cubiertas.
Se completa con la instalación de un ascensor desde el sótano y dos escaleras de emergencia hasta las cubiertas.
