El caudal del Lérez ha bajado esta semana, por primera vez en todo el año, de los cuatro metros cúbicos por segundo. Las lluvias de estos días han evitado mayores pérdidas de agua en el río, pero no han logrado elevar de forma ostensible su nivel. Tanto el pasado jueves como ayer viernes, las mediciones de Augas de Galicia situaron el caudal por debajo de la barrera de cuatro metros cúbicos: 3,98 el jueves y 3,7 ayer, si bien a lo largo de la jornada fue mejorando ligeramente gracias a las escasas lluvias acumuladas, alrededor de seis litros por metro cuadrados en los dos últimos días.

Si estas precipitaciones arruinan los días de playa para vecinos y turistas, suponen un ligero respiro para una escasez de agua que se arrastra desde hace meses, con muchas menos lluvias que el pasado año. Hasta ahora, la estación de Meteogalicia de Campolongo acumula en 2017 662 litros por metro cuadrado, lo que supone una media de 30 litros al mes o tres al día. Entre enero y julio de 2016, las precipitaciones totales fueron de 1.585 litros, es decir, una media de 226 cada mes o más de siete al día.

A la espera de sus dos últimos días, julio concluirá con mas lluvias que el mismo mes del año anterior, puesto que ahora ya se superan los doce y entonces concluyó este periodo con menos de ocho. Aunque las cifras no permiten echar las campanas al vuelo, sí se mantiene la garantía que ofreció hace unas semanas el Concello de que no haría antes de septiembre problema alguno de abastecimiento de agua a la población.

El panorama que presenta el Lérez, batiendo récords negativos semana tras semanas, no es halagüeño, si bien el Concello aclara que hasta que el caudal del río se sitúa por debajo de los dos metros cúbicos no hay motivo de alarma.