"La empresa compró en su día una fábrica en desguace y con fecha de caducidad y sabía perfectamente su situación, por lo que ha tenido tiempo más que suficiente para buscar una nueva ubicación y cambiar la tecnología", recordó ayer la concejala Carmen da Silva. La edil reiteró la intención municipal de "hace todo lo que esté en nuestra mano para que Elnosa abandone la ría", pero deja claro que el Concello es el último de los problemas de la compañía, ante la prohibición del uso del mercurio, la prórroga de Costas o la AAI de la Xunta.

El gobierno local pide que "no se permita aquí lo que no se ha permitido en ningún lugar de la Unión Europea".