Salek, de 13 años, Enguia, de 10 y Jadana, de 14, son los niños saharauis acogidos este verano en Pontevedra que visitaron ayer al alcalde acompañados de las familias pontevedresas que los cuidan. Son tres de los 4 menores que este verano han viajado al municipio capitalino en el marco del programa Vacaciones en Paz coordinado por Solidariedade Galega co Pobo Saharaui, organización que hace votos porque en el municipio del Lérez se incrementen las acogidas.

Esta organización de apoyo al pueblo autóctono del Sahara Occidental explicó que uno de los principales objetivos de estas estancias es "que se les realicen controles sanitarios a los niños, tenemos la plena colaboración del Sergas y estos días ya se realizaron dos operaciones". También pasan revisiones dentales y en general se comprueba su estado de salud o "que no tengan parásitos de andar por el desierto, no es que los niños estén mal sino para examinarlos con la ayuda total del servicio sanitario gallego", indican los representantes de Solidariedade Galega do Pobo Saharaui.

Si a sus familias de origen y acogedoras les preocupa especialmente su salud, a los pequeños lo que más les llama la atención es "la piscina", "la playa", o "la comida", no en vano completar su dieta es uno de los objetivos de Vacaciones en Paz. En todo caso, con "jalufo ( jamón, en el árabe dialectal marroquí) no", matiza Enguia.

Su madre acogedora, vecina de Pontesampaio, se decidió a solicitar la estancia de la niña después de pensarlo desde hace tiempo "y aprovechando que este año no trabajo y que estoy en casa" para cuidar de ella y del bebé biológico que tiene, de dos años y medio. Resalta la importancia del intercambio cultural y a propósito de la menor saharaui señala que "lleva aquí una semana y la niña se adapta muy bien, ya dice varias palabras en español y con el niño hace de mamá"

También participó en la recepción una pareja vecina de Monte Porreiro que se decidió a convertirse en familia acogedora tras comprobar la positiva experiencia de una familiar, así como la madre acogedora de Salek, una veterana ya que el niño lleva viniendo a Pontevedra en los últimos tres años.

¿Qué es lo que más le gusta a Salek? "Todo", explica a los medios y al alcalde, que obsequió a los niños con útiles para escribir y unas mochilas,

Solidariedade Galega do Pobo Saharaui expresa su deseo de que en Pontevedra se incremente en adelante el número de familias acogedoras "y el próximo año a ver si llegamos a 10 a 15 niños", indican.

310 niños en Galicia

En este verano han viajado a Galicia desde el Sahara 310 niños en el marco de este programa que está en activo desde hace 27 años, si bien ha sufrido una considerable merma de solicitudes de acogida desde las más de 12.000 registradas hace años en toda España a las 5.000 o 6.000 de la actualidad, siempre según datos facilitados esta mañana por la citada organización.

Este bajón explica que "ahora los niños que vienen son un poco más mayores, de 9 a 13 años, ya que no han venido antes".

A pesar del descenso generalizado de peticiones para que los niños viajen, en Galicia "el problema no es de familias acogedoras, porque si se buscan aparecen, sino económico". Solo el traslado en dos aviones de los niños supone 280.000 euros, un esfuerzo presupuestario al que este año ha contribuido decisivamente la Xunta "que financió casi la mitad del programa", destaca Solidariedade Galega do Pobo Saharaui.

Los niños permanecerán en Pontevedra hasta el 7 de septiembre, un total de 2 meses en los que compartirán todo tipo de actividades con sus familias de acogida. Muy especialmente, disfrutarán del encuentro con niños de su edad, de los juegos al aire libre, de las sorpresas ante una cultura que desconocen y en general de un verano lejos de las temperaturas extremas de los campamentos de refugiados de Tindouf y también del conflicto político de los mayores, unas vacaciones en paz.