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Una demografía local en la que la mortalidad también aumenta

La natalidad en la comarca se reduce a 114 partos cada mes, con una caída del 22% en solo diez años

El año 2007 registró una media de 146 nacimientos mensuales y hace cuarenta años se superaban los 270 -Crece también el número de fallecimientos, por lo que los municipios dependen de la inmigración para mantener su censo

Movimientos naturales de la población en la comarca en 2016

La comarca de Pontevedra cerró 2016 con 1.366 nacimientos, según los datos provisionales que acaba de publicar el Instituto Galego de Estatística (IGE) con respecto a los "movimientos naturales de la población". Son 31 partos menos que en el ejercicio anterior (un 2% de descenso), lo que pone de manifiesto que el índice de natalidad no deja de caer. En apenas una década, ese balance se ha reducido en más de un 22%.

Fueron 1.756 los niños que nacieron en 2007, cuando ya el fenómeno de la natalidad mostraba notables síntomas de debilidad. Así, si se acude a épocas próximas al "baby boom", se comprueba que hace cuarenta años nacía una media de más de 3.000 bebés al año en la comarca. Justo hace cuatro décadas, en 1977, fueron 3.275, a razón de más de quince por mil habitantes.

De este modo, a día de hoy nacen en la comarca 114 niños cada mes, cuando hace diez años la media mensual era de 146. Y si se acude a cuarenta años atrás el desplome es descomunal. En 1977 eran 273 partos cada treinta días. Desde entonces este índice se ha reducido en un 60%.

Este fenómeno demográfico se sitúa ahora en sus niveles más bajos. Con una población que supera los 187.000 habitantes, el último balance por años del IGE (que compara los datos de las últimas cuatro décadas) revela que el pasado año se registraron cuatrocientos partos menos que en 2007, con apenas siete por cada mil habitantes, frente a los 18 de 1977. Desde entonces se registra una caída persistente de cincuenta nacimientos menos cada año.

El descenso es general en todos los concellos y solo Moraña, Barro y Campo Lameiro presentan ahora más nacimientos que diez años atrás, si bien este aumento es anecdótico si se compara con toda la serie histórica. De hecho, en todos la caída es la tónica dominante, aunque especialmente grave en territorios del interior de la provincia, como A Lama o Ponte Caldelas, si bien tampoco es ajeno a localidades como Marín (con un descenso de un 33% en diez años), o Poio, con una bajada del 28%.

Defunciones

Pese a la drástica caída de la natalidad, la comarca ha logrado mantener una población conjunta ligeramente superior a la de 2007 (con 1.200 habitantes más que entonces) pero ese aumento se concentra en Pontevedra y Poio especialmente. Así, el Instituto Nacional de Estadística (INE) establece el censo oficial de población de los 14 municipios de la comarca en 187.768 habitantes, lo que supone un descenso de medio millar de vecinos con respecto al padrón anterior.

Y es que además de una caída drástica de la natalidad en estos diez años, también se observa, según los datos del IGE publicados esta semana, que las defunciones se mantienen en los mismos niveles de entonces o incluso más altas. Si en 2007 hubo 1.636 defunciones en la comarca -nueve por cada mil habitantes , una década después la media se eleva a diez muertes por millar, hasta superar los 1.825 casos.

De hecho, hace cuarenta años se registraban menos defunciones que en la actualidad por cada mil habitantes, alrededor de ocho. En 1975 el IGE tiene registrados en la comarca 1.374 fallecimientos y 1.450 en 1977. Es decir, hace justo hace cuatro décadas, hubo casi cuatrocientas muertes menos en un año que en la actualidad en la comarca.

Por lo tanto, con menos partos y más defunciones, la única explicación para que la comarca aún logre mantener una población global similar procede del fenómeno de la inmigración. El municipio de Pontevedra recibió el pasado año a 3.012 personas, emigrantes o de otro tipo, que fijaron su residencia en la ciudad. Por contra, otros 2.709 vecinos optaron por abandonarla y empadronarse en otro lugar. Es una diferencia, a favor de las altas, de 303 personas.

Procedencias'

El lugar de procedencia más habitual es el resto de España, con 2.548 nacionales que se asentaron en Pontevedra el pasado año. Supone el 85% de todos los que llegaron a orillas del Lérez en 2016, frente a 536 procedentes de otros países.

En este último caso, Brasil (29) y Venezuela (26) fueron los puntos de salida con más viajeros. Desde Europa llegaron 36 personas de Suiza, Reino Unido, Alemania, Italia, Francia, Portugal, Países Bajos y Andorra. Desde América hubo 89 altas desde Brasil, Venezuela, Estados Unidos, México, Cuba, Ecuador, Argentina, Uruguay, Perú, Colombia, Chile, Panamá y Paraguay. Desde Asia hay constancia de seis "regresos" pero el INE solo detalla tres procedentes de Indonesia, mientras que no figura ninguno desde Oceanía.

Solo cuatro municipios logran ganar población

  • De los catorce concellos del entorno de Pontevedra solo cuatro registraron en 2016 un aumento de población, aunque en porcentajes muy pequeños. Se trata de Pontevedra, que ganó diez vecinos y pasa a 82.549, Poio, con un aumento de 59 personas para alcanzar un censo oficial de 16.901, Ponte Caldelas, que suma 5.573 habitantes, 33 más que hace un año, y Barro, con crece en 20 vecinos y llega a 3.746. La capital logró recuperarse así del ligero descenso registrado entre 2014 y 2015. En todos los demás municipios se registraron caídas de la población y no solo en los del interior sino también en territorios costeros, con especial relevancia en Marín y Sanxenxo. El municipio marinense suma a día de hoy 24.878 vecinos, 206 menos que en el censo anterior, mientras que Sanxenxo pierde 77 vecinos y reduce su padrón a 17.314 personas. Caldas tampoco logra superar la barrera de los 10.000 habitantes, que persigue desde hace años, y se quedó en 9.830 residentes, cuatro menos que en 2015. Salvo Vilaboa, que alcanza los 6.043 habitantes (con una pérdida de 16), ninguno de los demás municipios supera los cinco mil habitantes. El de menor población es Campo Lameiro, con 1.894 (-37), seguido de A Lama con 2.587 (-83). A continuación aparecen Portas, con 3.056 (-5), Cotobade con 4.290 (-42), Moraña, con 4.313 (-45) y Cuntis, con 4.794 (-84).

El constante declive de las bodas

  • Las parejas se unen, pero no se casa. Del mismo modo que la demografía, e incluso con más incidencia, el balance del IGE referido a los matrimonios indica que este apartado cayó más de un 36% en diez años, de las 865 bodas de 2007 a las poco más de 550 del pasado año en toda la comarca. Si se compara con los datos de hace cuarenta años las diferencias son abrumadoras. En 1977 hubo 1.222 enlaces en la comarca. Es una caída del 60%. Solo creció en la última década en Cotobade y A Lama, pero, igual que ocurría con la natalidad, se trata de datos aislados en medio de un descenso brutal. De hecho, en Cuntis, Portas Barro y Vilaboa, el descenso fue del 50% o más, mientras que en Campo Lameiro y Pontevedra llega al 40%, con el 43% en Ponte Caldelas. Por debajo de esos porcentajes, pero con bajadas también destacadas, se sitúan Caldas, Moraña, Marín, y sobre todo Sanxenxo y Poio, donde el pasado año apenas hubo dos bodas menos que hace una década.

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