Hace más de un año el gobierno local anunció su intención de cambiar la lonja del Mercado de ubicación. La idea era que esta subasta abandonara el privilegiado emplazamiento en la planta alta del edificio, con grandes ventanales hacia la ría, para desplazarse a un lateral del bajo, que debía ser acondicionado. Todo ello tenía el objetivo de despejar todo lo posible el piso superior con el fin de destinarlo en su conjunto a otros usos y atraer nuevos clientes al Mercado. Para ello también se modificó el reglamento.

Sin embargo, a día de hoy, esta pequeña subasta de madrugada, que ha perdido fuerza en los últimos años e incluso se quedó con una única subastadora, continúa en su lugar, probablemente el mejor espacio del Mercado y que se utiliza por el día como zona de degustación y para talleres infantiles.

La intención de Gulías es acelerar también ese proceso en las próximas semanas, junto con la licitación de todos los puestos disponibles. El reto es lograrlo todo en menos de seis meses.