Las estadísticas de cibercriminalidad siguen creciendo a pasos agigantados cada año que pasa en una muestra de que, al igual que la sociedad en general, la delincuencia utiliza cada vez más las nuevas tecnologías para lograr sus objetivos. Según los datos publicados por el Ministerio del Interior en su informe sobre delitos telemáticos del pasado año, la provincia de Pontevedra registró un total de 1.459 hechos delictivos vinculados a las nuevas tecnologías, lo que supone un 12% más que en 2015.
Un repaso a los datos de cibercriminalidad de los últimos cinco años permite observar el crecimiento de este fenómeno, dado que en 2011 el número de delitos investigados fue de apenas 797, es decir, casi la mitad de los actuales. Desde entonces la cifra no ha dejado de crecer ni un solo año.
La gran cantidad de delitos que se producen en la red provoca que a veces las unidades especializadas de la Policía Nacional y la Guardia Civil (en la provincia están algunas de las mejores unidades a nivel estatal) no den abasto y deban priorizar aquellos delitos más graves a la hora de iniciar una investigación. Con todo, el intenso trabajo ha permitido el pasado año batir también alcanzar la cifra de 86 detenidos por delitos vinculados a la ciberdelincuencia, diez más que el anterior ejercicio.
Dentro de este incremento del 12% cabe destacar de forma especial en la provincia de Pontevedra el aumento inusitado de las estafas que se produjeron por la utilización fraudulenta de tarjetas de crédito. A lo largo de 2016 se presentaron en la provincia 351 denuncias, frente a las 232 del año anterior, lo que supone un aumento del 51%.
Esclarecidos
Esta estafa, que no tiene porque incidir tan solo en la clonación de las tarjetas tras su uso en un cajero o en un TPV de un comercio, sino también tras proporcionar datos de la misma a través de las compras online; es una de las que tiene un escaso índice de resolución de los delitos cometidos, puesto que frente a los 351 hechos conocidos el pasado año en la provincia, tan solo se llegaron a esclarecer una veintena de casos, según los datos estadísticos del Ministerio del Interior.
Así las cosas, cabe destacar que las estafas siguen siendo el delito más repetido a través de la red. El pasado año los fraudes acumularon el 60% de los 1.459 hechos delictivos conocidos por la Policía y la Guardia Civil en la provincia.
Dentro de estas, mientras suben los fraudes con tarjetas de crédito bajan aquellos relacionados directamente con los movimientos bancarios pasando de 97 en 2015 a 62 en 2016.
Ventas fraudulentas en la red
Suben también un 7% el resto de fraudes en la red como pueden ser aquellos vinculados a las ventas a través de internet de objetos que nunca llegan a recibirse a pesar de efectuar el pago establecido. Estos son los fraudes más numerosos y el año pasado alcanzaron las 466 denuncias.
El segundo grupo más numeroso de delitos en internet son las amenazas. Se denunciaron 289 casos en 2016 en la provincia lo que supone un incremento de un 14,2%. También crecen los delitos de coacciones detectados a través de la red, con un total de 55 casos (un 48% más que en el anterior ejercicio). En este apartado es necesario señalar que hay que tener especial cuidado cuando las víctimas de este tipo de delitos son menores de edad. El pasado año el 6,9% de las víctimas de amenazas en la red eran menores de edad, en lo que podrían ser casos de ciberacoso o "bullying". En total fueron 25 menores de edad víctimas de amenazas mediante el empleo de las nuevas tecnologías. Entre los investigados hubo también un menor.
Las coacciones y amenazas suman otro 23,5% del total de los delitos informáticos cometidos el pasado año en Pontevedra.
Más robo de datos secretos
A estos hay que sumar otro 3,3% de los delitos contra el honor (que cayeron el pasado año al sumar 49 frente a los 79 del anterior ejercicio) y los de acceso e interceptación ilícita de información o comunicaciones que aumentaron, pasando de 68 a 82. Concretamente, se registraron 55 casos de revelación de secretos utilizando las nuevas tecnologías, lo que supone un aumento del 19% respecto a 2015.
La reciente detención de cinco alumnos de A Estrada por "hackear" las cuentas de los profesores de un instituto para hacerse con los exámenes es solo una muestra de como estas modalidades delictivas se están disparando y creciendo como la espuma.
