Tan solo acudieron cuatro personas contrarias a las últimas decisiones de Gonzalo Pita, Daniel Fernández y Jesús Sueiro. Pero fue suficiente para que la Asamblea General de Afiliados que ayer celebró Sanxenxo Agrupación Liberal (SAL) estuviese marcada por la tensión, la polémica y un cierto desorden.

Sin la presencia de Vanessa Rodríguez, ausente por un compromiso personal, la hasta ahora secretaria, Esther Freijeiro, hizo acto de presencia como una de las cuatro caras visibles que hace unos días anunciaron extraoficialmente que se iban del partido.

Sin embargo, Freijeiro apenas pudo iniciar la asamblea denunciando que la fecha "fue puesta a propósito" para que Rodríguez no acudiese. Porque antes del primer punto, el militante Francisco Villaverde propuso una "cuestión de orden" para pedir el cese de la secretaria. Según Villaverde, el fin era que la reunión se celebrase "con todas las garantías y con el orden del día establecido", al entender que Freijeiro no era objetiva después de todos los sucesos acontecidos.

La asamblea aprobó su cese y el presidente, Jesús Sueiro, pidió a Pablo Trelles que ejerciese en la misma como nuevo secretario. Con la nueva mesa al mando, se discutieron los diferentes puntos programados. Y como era de esperar, todos salieron adelante, ya que de los 40 afiliados presentes, 36 pertenecían al sector de Pita.

Los afiliados aprobaron por mayoría impugnar y dejar sin efecto todo lo acordado en la Asamblea General Extraordinaria del 25 de mayo, al "ser convocada fuera de tiempo y forma y, por tanto, vulnerar los derechos del partido y de sus militantes".

También se ratificó la decisión que Gonzalo Pita, Daniel Fernández y Jesús Sueiro tomaron en su día al romper el pacto con el BNG y el PSOE, renunciar a la Alcaldía y firmar un acuerdo de gobierno con el Partido Popular. Sueiro explicó que una vez firmado, 39 militantes de 70 apoyaron con un escrito este nuevo escenario, pero consideraban necesario exponerlo ante el órgano soberano del partido.

Asimismo, los afiliados también dieron el visto bueno al tercer punto del orden, que hablaba de convocar una nueva asamblea general de afliados para la elección de una nueva junta directiva. Pese a que no estaba en el escrito inicial, también se decidió en ese momento incluir una nueva cuestión de orden impulsada por Villaverde y Pita para "cesar" en ese mismo momento a la que entonces era la actual junta directiva y nombrar una gestora hasta septiembre, cuando se prevé la nueva asamblea.

Villaverde alegó no sentirse "representado" por parte de esta junta al entender que además, se le había "faltado al respeto". Pita explicó que la junta directiva nombró un comité disciplinario "sin apoyo" y recordó que se había ido contra él. Los afiliados aprobaron la cuestión y permitieron a Sueiro mantenerse como "presidente en funciones" y encabezar una gestora para la que eligió como compañeros a Pablo Trelles y Marcos Cacabelos.

En ese mismo momento, Esther Freijeiro, María Lores y María Piñeiro presentaron sus renuncias a continuar en el partido (posteriormente, lo hizo Manuel García) y trataron de entregar 30 firmas más de otras personas que no asistieron personalmente a la asamblea. Los afiliados solo aceptaron las despositadas en persona, pese a que Villaverde explicó que según los estatutos, estas renuncias no se tienen porqué entregar en asamblea ni en persona, sino que se deben dirigir al domicilio social del partido.

Por último, a petición de Pita, la Asamblea General también aprobó dejar sin efecto "todas las actas de la junta directiva en los últimos dos meses".