Conseguir que los Carnavales tradicionales de la Península sean declarados Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. Es el objetivo último de la Asociación Cultural Cobres, organizadora del I Encontro de Entroidos, que este fin de semana convocó en Vilaboa a seis de las manifestaciones más auténticas de esta fiesta: los Caretos de Lazarim, en Portugal; los Sidros y Comedies de Valdesoto, en Asturias; Los Fulión y Boteiros de Viana do Bolo, en Ourense; los Andruido en la Paré de Piasca y los Zamarrones de los Carabeos de Valdeprado del Río, ambos de Cantabria; y las Madamas e Galáns de Cobres.
Todos ellos mostraron al público que los Carnavales tradicionales son unas de las más sorprendentes y creativas manifestaciones culturales transmitidas de generación en generación. Se trata de representaciones, prácticas y personajes mantenidos y recreados cíclicamente por grupos de personas en respuesta e interacción con su entorno, su naturaleza y su historia.
Son precisamente estos factores vinculados a la creatividad, la transmisión cultural y la conexión con el medio (a mayores del hecho de que proporcionan un sentido de identidad y continuidad a sus respectivas comunidades, son representativos, tradicionales y vivos a un tiempo) los que más valora la Unesco a la hora de sumar elementos a su lista de patrimonio cultural inmaterial.
Consciente de estas grandes potencialidades, el proyecto de la Asociación Cultural de Cobres es celebrar una segunda edición del Encontro de Entroidos e ir sumando a la propuesta manifestaciones de la Península que aúnen historia con gran valor etnográfico. "Queremos hacer piña y que nos reconozcan para llegar a ser Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad", señala Ángel María Cortegoso, Lito, vocal de la agrupación.
Ésta cosechó todo un éxito con su iniciativa de reunir a los personajes de seis Carnavales tradicionales, que ayer desfilaron por segunda vez, en este caso por el barrio de A Cardiña, para actuar posteriormente en la Casa da Cultura de Riomaior.
"Todos los grupos se marcharon muy contentos y nos pidieron si los invitamos a la segunda edición", señala el vocal de la Asociación Cultural Cobres. La agrupación confía plenamente en celebrar una nueva entrega del encuentro, si bien en última instancia dependerá de los apoyos institucionales.
Por el momento cuenta con el total respaldo de los vecinos de la comarca. Éstos tuvieron oportunidad de disfrutan de la pureza de estos Carnavales, supervivientes en tiempos de globalización y "garotización" de las que un tiempo fueron unas de nuestras manifestaciones culturales más auténticas.
