Miles de personas, más de un centenar de embarcaciones en el puerto de Combarro y un nutrido programa de actividades formalizaron una exitosa XIII edición del Encontro de Embarcacións Tradicionais de Galicia, que organizaron la Federación Galega pola Cultura Marítima e Fluvial (Culturmar), el Clube Mariño A Reiboa y el Concello de Poio.
El encuentro finalizó ayer con una apacible navegación por la ría, en torno a la isla de Tambo, un recital poético y la presentación de un libro, conciertos de la Escola de Acordeóns de Poio y de las corales Virxe de Fátima, Virxe da Renda y Coral de Poio, una visita guiada al conjunto histórico de Combarro, actividades para los niños y una cena de homenaje al voluntariado que trabajó en esta edición.
Tras cuatro días de actividades en torno al mar, la flota tradicional soltó amarras para regresar a sus puertos en todo el litoral gallego. La salida por la ría tuvo como invitados especiales a tres de los chicos invidentes que a lo largo del último año participaron en el proyecto "Sentir o mar" ; desarrollado con la colaboración de la Once y con el objetivo de romper barreras y divulgar la experiencia de la navegación tradicional.
Para las tripulaciones de las aproximadamente 120 embarcaciones que participaron en este encuentro; así como para los distintos colectivos que aportaron su trabajo a la organización; y para los que colaboraron activamente divulgando la cultura marítima y fluvial desde el Pabellón del Patrimonio da Chousa; en esta última jornada hubo regalos conmemorativos, que fueron repartidos durante una comida en la Carpa Mariñeira.
La poesía constituyó un inmejorable complemento para la cultura marítima tradicional. Entre el sábado y el domingo por los espacios del certamen pasó una decena de autores (la mayoría autoras), que con sus recitales acercaron al público en tierra la lírica del mar. También quedó tiempo en esta última jornada para la presentación de una nueva obra editorial. Fue el libro "Pegadas da industrialización en Galicia: a enseada de San Simón", un trabajo de Manuel de Lara de la Asociación do Patrimonio Industrial de Galicia.
