Vecinos "de todas las parroquias de Pontevedra" -según los organizadores- acudieron ayer a la manifestación convocada por la Plataforma O Rural Existe contra los badenes reductores de velocidad, los populares "lombos", que se instalan en numerosas carreteras rurales. Tras la pancarta "Rural de Pontevedra abandonado. Non ós lombos", unas doscientas personas -según fuentes de la Policía Nacional-, hicieron un recorrido entre la Praza da Ferrería y el Concello de Pontevedra, en la Praza de España, exhibiendo pancartas y coreando consignas como "Lores, escoita, o rural está en loita", o "Menos premios, máis vecinos".

También portaban carteles con leyendas como "Corrupción na Deputación", "Mosquera menos lombos máis aceras", o "Benvidos a Ponteventura, entrada gratuita a Lombolandia".

Respaldaron la marcha con su presencia algunos concejales del PP de Pontevedra y la edil de Ciudadanos, María Rey. La protesta también fue secundada por miembros de la Asociación Galega de Técnicos en Emerxencias Sanitarias (Asgate), que comparten con estos vecinos la oposición a los "lombos".

Manifiesto

En la lectura del manifiesto con el que se cerró el acto, los portavoces de la Plataforma O Rural Existe expusieron que este movimiento nace con la intención de lograr "mejoras sensibles para nuestras parroquias".

Así, las principales líneas de trabajo de la plataforma son "exigir a la Diputación Provincial y al Concello de Pontevedra la retirada total o parcial de los resaltos instalados en las carreteras de nuestras parroquias de forma masificada y sin ningún tipo de consenso con los vecinos", así como "exigir que se lleve a cabo a reforma integral de aquellas carreteras que precisan de ensanchado, arcenes y aceras donde sea posible, señalización y sin descartar la instalación de medidas alternativas de calmado del tráfico menos intrusivas y más económicas, pero solo donde sea estrictamente necesario, en zonas especialmente sensibles, y siempre de forma consensuada con los vecinos".

Otros objetivos de la plataforma son demandar a las instituciones "que no se sigan ejecutando obras sin consenso y se atiendan las necesidades reales de los habitantes del rural, que nuestras parroquias reciban siempre el máximo apoyo e inversión pública, en igualdad con el núcleo urbano, que se dote a todos los vecinos de los servicios básicos y se ejecuten reformas que mejoren su calidad de vida, haciendo especial hincapié en que se complete la red de saneamiento, la mejora del sistema de recogida de basura, el transporte público, el asfaltado de acceso a casas, así como el desbroce y limpieza de las cunetas".