El alcalde, Miguel Fernández Lores, rechazó ayer todos los posicionamientos de la plataforma "O Rural Existe". Ni las parroquias están abandonadas ni se eliminarán los "lombos" ya instalados. Así de rotundo se manifestó ayer a raíz de la movilización de estos vecinos que rechazan la proliferación de estos elementos y reclaman más atención al rural.

Lores argumentó que en las parroquias "el Concello invierte de media cinco veces más por habitante que en el casco urbano", si bien admite que, por su extensión, "no se posible llegar a todos los sitios al mismo tiempo".

Recordó que su equipo siempre defendió la instalación de "lombos" en la ciudad y el rural "y estamos haciendo lo que dijimos que íbamos a hacer" y lamenta que "haya gente que se oponga a medidas para garantizar la vida de las personas".

En sus protestas, los vecinos que rechazan estos elementos cuentan con el apoyo del portavoz municipal del PP, Jacobo Moreira, que criticó la ausencia tanto de Lores como del vicepresidente de la Diputación, César Mosquera, en las asamblea vecinales sobre este asunto.

"El BNG trasladó a la Diputación su filosofía de instalación de lombos de manera indiscriminada, sin seguir unas normas y ahora vienen los problemas", manifestó el edil popular, "lo que está pasando en Verducido o en Santa María de Xeve podría haberse evitado si tuviéramos una normativa que regule donde se deben instalar reductores de velocidad".