Distinto escenario, mismas reinvindicaciones. Los padres y madres de los alumnos que el próximo curso pasarán a Primero de Primaria realizaron ayer una nueva manifestación para pedir a la Xunta comprensión.

Los progenitores solicitan a la Consellería de Educación que atienda a sus demandas y ejecute un desdoble en un aula que el próximo curso superará el ratio de 25 alumnos, al contar con 26.

Además, la situación es todavía más preocupante porque uno de los estudiantes está diagnosticado de Trastorno del Espectro Autista. Para los padres, "los niños con autismo no son el problema, sino que el problema es que están obligados a acudir al colegio sin la posibilidad de recibir una intervención adecuada a sus necesidades, que son sobre todo de tipo social y de conducta".

Tatiana Cao, madre del joven con autismo que ya logró que la Consellería atendiese a la petición de matricularlo en el CEIP Chancelas, destacó que su hijo "lleva muy mal" los espacios ruidosos. "Le provocan conductas de nerviosismo, agresividad, ansiedad y trastornos y empeorarán si no se le dedica atención", explicó.

Además, según recogen los informes, el pequeño necesitará de una cuidadora y una metodología de aprendizaje diferente. Algo que, a día de hoy, el colegio no puede ofrecer con su actual catálogo de profesores.

Ante esta situación, los padres piden una reunión con el jefe territorial de Educación, César Pérez Ares, para exponerle estas cuestiones. "No pararemos hasta conseguirlo", destacaron. Consideran que el aula es "potencialmente peligrosa" porque "existirá mucho bullicio". El joven con TEA estará sometido a "mucho estrés, lo que podría derivar en ansiedad o depresión y provocar reacciones como la autolesión, la lesión a otros compañeros o profesores o incluso que saliese corriendo del aula".

Por ello, los progenitores creen que si sucede algo, "la culpa será exclusivamente de la Xunta, que incumple la Orden del 25 de enero de 2017 en la que el ratio máximo es de 25 alumnos".