Los héroes gallegos de los atentados de Londres del pasado 3 de junio, el pontevedrés Sergio Fariña Aboy, que dio cobijo a numerosas personas en el restaurante que regenta en la capital británica, y el ferrolano (aunque residente en Madrid) Ignacio Echeverría, que falleció víctima de los terroristas al enfrentarse a ellos, serán objeto el próximo lunes de una mención especial por parte del Concello.

Será al inicio del pleno municipal, el primero que se celebra desde aquel fatídico día, en el que toda la corporación refrendará una declaración institucional de homenaje, honra y reconocimiento a estos dos gallegos por su heroico comportamiento en aquellos atentados en el mercado de Borough.

La decisión fue adoptada en la junta de portavoces de ayer miércoles, según explicó la teniente de alcalde Carmen da Silva, después de aceptarse una propuesta de la concejala de Ciudadanos María Rey. Además de honrar a Fariña y Echeverría, la declaración (que ayer aún no estaba redactada de forma oficial) incluirá una condena expresa de todo tipo de terrorismo, produzca donde se produzca. Tras los ataques ya hubo concentraciones de condena ante el Concello, donde el alcalde, Miguel Fernández Lores, ensalzó la actitud humanitaria de Sergio Fariña.

Fariña Aboy, nacido en Pontevedra hace 40 años, lleva 16 en Londres, donde esta casado con una joven turca y regenta un restaurante en plena "zona cero" de los ataques terroristas del 3 de junio. Cuando los atacantes irrumpieron en el mercado londinense y comenzaron a acuchillar a los viandantes con los que se topaban, el pontevedrés refugió en su local al menos a 28 personas e incluso forcejeó con uno de los terroristas mientras cerraba la puerta del restaurante y bajaba la verja. Su acción salvó la vida de él mismo, de los clientes y de otros ciudadanos que estaban aquella noche en la calle.

Por su parte, esa misma noche era muerto a cuchilladas Ignacio Echeverría, natural de Ferrol, que pasó su infancia en As Pontes y residía en Las Rozas (Madrid). También será objeto de las mención municipal por su heroico comportamiento en aquellos atentados, cuando intentó ayudar a un policía londinense atacados por los yihadistas. La familia fue la que desveló estos días que el auxiliado era un agente del orden y no a una mujer, como habían relatado en un principio.

Tras varios de angustia al desconocerse su paradero, finalmente se confirmó que había muerto al ser acuchillado por la espalda, una acción que fue reconocida en el Consejo de Ministros con la concesión de la Gran Cruz del Mérito Civil, que le impuso el pasado día 10 el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy en la base aérea de Torrejón, a donde llegó su cadáver.