Hace casi dos años, prácticamente al principio del actual mandato, que comenzó la controversia y todavía no se ha alcanzado un acuerdo. Se trata de establecer una nueva fecha para la celebración de los plenos (ahora son los penúltimos lunes de cada mes) y limitar el número de mociones y propuestas de cada grupo de modo que no se conviertan en sesiones maratonianas y, en muchos casos con debates poco productivos.

Ya se intentó en varias ocasiones, pero nunca se llegó a acuerdo alguno. Unas veces porque no se aceptaba el nuevo día elegido y otras porque se consideraba excesiva la limitación de mociones.

En la junta de portavoces de ayer el alcalde presentó una nueva propuesta, explicada por la concejala Carmen da Silva. Se trata de trasladar las sesiones al antepenúltimo viernes de cada mes y adelanta su inicio media hora, a las diez y media de la mañana.

Además, se limitarían a doce las mociones de todos los grupos: tres del BNG, tres del PP, dos del PSOE, dos de Marea y dos de C´s, sin necesidad de agotar ese cupo.

Además, se establecen horarios de intervención: cinco minutos para exponer la propuesta, tres para que cada grupo dé la réplica y tres más de intervención final. Serían en total 20 minutos por propuesta. Aún no hay una respuesta al respecto.