El Ateneo celebró ayer "O coloquio dos paxaros: a primavera persa. Falemos de igualdade", un encuentro alrededor del libro "Mayo iraní: la primavera persa" de Valentín Carrera en el que participaron, además del autor, el fotógrafo y profesor Anxo Cabada y la psicóloga Carmen Fernández, especialista en políticas de igualdad.
- No ha pretendido un libro de viajes
-Es más un ensayo aunque contiene algunas partes de viaje, es un libro en el que trato de mirar a una de las culturas fundacionales de la humanidad, la persa, anterior a todas las europeas y que en alguna medida contiene muchas de nuestras raíces culturales y claves que nos ayudan a entendernos a nosotros mismos. En ese viaje me formulo preguntas y trato de responderlas: el Irán del pasado y el actual son un espejo en el que mirarnos y a través de ese espejo trato de abordar cuestiones como la igualdad, el laicismo, la democracia? Es un viaje de ida y vuelta.
- Más allá de lo mil veces repetido, desde el arsenal nuclear a los ayatolás ¿es Irán un gran desconocido?
-Absolutamente, lo primero que me dicen los amigos y la familia cuando digo que voy a Irán es ten cuidado que son todos terroristas, que si los ayatolás, incluso que están en guerra confundiendo fronteras y geografías. Otra gente ahora que hablo del libro me dicen que podría presentarlo en la Casa Árabe.
- Cuando no son árabes
-No, eso en primer lugar, los iraníes tienen a gala que son persas, otra cultura, una civilización muy anterior a los árabes. Son musulmanes porque adoptan el Corán a partir de las primeras invasiones pero se trata de una religión musulmana a su manera, ellos son chiítas, no participan de la corriente mayoritaria que son los suníes, del mismo modo que aquí podemos comparar católicos con protestantes o anglicanos, los tres son cristianos pero anglicanos y católicos en organización y funcionamiento no tienen nada que ver.
- ¿Cómo es en realidad Irán?
-Primero, un país muy tranquilo, se lo recomendaría a cualquiera para viajar, una mujer sola puede viajar por Irán sin ningún tipo de miedo, hay una gran seguridad. Es además un país muy hospitalario, muy orgulloso de si mismo, siempre me decían mis amigos iraníes "habla bien de Irán, habla mal de la dictadura si eso es lo que piensas pero habla bien de Irán". Es importante distinguir un país de su régimen.
- ¿Cómo es la dictadura iraní?
-Irán sufre una dictadura machista, islámica radical, de una forma de entender el islam que tampoco podemos generalizar ni pensar que es el islam, solo una manera concreta y creo que bastante torcida de entender el islam, igual que ha habido fundamentalismos en otras religiones, pero el país no es Jomeini, los jomeinistas ni los barbudos de los talibanes, son 70 millones de habitantes, una población joven, pujante, con formación universitaria, cracks en informática y con una gran hospitalidad, un país que merece la pena conocer y sobre el que merece la pena reflexionar porque está en el centro de todo lo que pasa en Oriente Medio en los últimos 6.000 años.
- En el libro habla de paralelismos entre las dictaduras del Sha y de Franco
-Hubo paralelismos, hay que pensar en lo cómoda que estaba Farah Diba saliendo aquí en las portadas del Hola en la época franquista. Tampoco hay que olvidar el velo que hemos tenido en la religión católica hasta hace muy poco, yo recuerdo a mi madre cubierta con un velo negro y con el misal y de hecho lo siguen teniendo las monjas. Hubo aspectos similares, en el caso de Irán llevados algunos temas al extremo, hasta el punto de tener a la mitad de la población condenada a una dictadura del velo; debajo del chador, de su cárcel de tela, la gran mayoría de las mujeres repudian esa imposición. El Sha era un dictador como Franco, prooccidental, yanqui, y combatió las costumbres digamos clásicas, tribales, religiosas, así que durante esa época muchas mujeres acudieron a la universidad, iban a las playas en bikini, eran muy europeas al margen de que fuese una dictadura. Cuando cae el régimen del Sha se produjo una especie de movimiento de liberación, como fue en España la transición, pero en un momento se tuerce: imagine si en España cuando cayó Franco aparece una dictadura de Rouco Varela (sonríe) durante 40 años, pues es lo que pasa en Irán, un líder religioso fusila a toda la oposición que tenía el Sha, porque los mató a todos, e impone el velo. Y esas mujeres con formación universitaria, que vistieron bikini y lucían melena de repente se ven unas con 20 años y otras con 30 y 40 y no se creen ese paso atrás, que se produce aproximadamente un año después de la llegada al poder de Jomeini.
- Otro aspecto que analiza es la corrupción
-La dictadura iraní es básicamente corrupta, los hijos de los ayatolás son dueños del metro de Teherán, del monopolio de las alfombras, de los pistachos, de la importación de antenas parabólicas etc. Han creado un sistema absolutamente corrupto que enriquece a una serie de castas militares y religiosas.
- ¿Por qué eligió el título de la primavera persa?
-Porque creo que el país en estos momentos está maduro para una ebullición, como demuestra además que en las elecciones de hace 15 días ganó el ala progresista frente a un ayatolá integrista. Las chicas van por la calle y llevan el pañuelo medio caído, asomando la melena (sonríe), como provocando, hoy los márgenes de tolerancia van creciendo y es una fuerza imparable: la revolución en Irán la van a hacer las mujeres, es la revolución de la igualdad. Y ahí tenemos mucho que aprender porque el siglo XXI será el de la igualdad o no será.
