El coste del tratamiento de un cáncer es de entre unos 6.000 y 10.000 euros mensuales, a los que habría que sumar lo generado por todo tipo de pruebas. Cuando se le pregunta al jefe de Oncología del CHOP qué pasaría si no existiese la sanidad pública, lo ve claro: "Nos moriríamos en una esquina".

El Sergas ha comenzado a poner en marcha los programas de riesgo compartido de pago por valor, pioneros en comunidades autónomas como Cataluña. "Esto hace que el médico se sienta mucho más cómodo prescribiendo un tratamiento que tiene un margen de incertidumbre muy alto pero que se da para ver si funciona. Si lo hace tiene un coste, si no, no", explica.

"Las farmacéuticas tienen unos beneficios de unos dos dígitos, que no se dan en ningún otro sector. Los precios han llegado al nivel estratosférico", critica.

"Es una suerte vivir en un país como España. Se cuentan con los dedos de una mano los países en los que puedes recibir tratamientos de este tipo", recuerda.