"¿Por qué tenemos que cambiar ahora una tradición con varios siglos de antigüedad?". Esta era la pregunta que se formulaban ayer la mayoría de los integrantes del Gremio de Mareantes de Pontevedra tras conocer el criterio de la Iglesia que pretende excluir la presencia del palio de la entidad marinera de la procesión del Corpus Christi.

La decisión comunicada por los parrócos de Santa María la Mayor indignó a los directivos del Gremio, hasta el punto de que ayer se celebró esta asamblea urgente extraordinaria para decidir cuál sería la postura de la entidad con respecto a su participación en la procesión del Corpus. Aunque en la asamblea se llegó a plantear la posibilidad de retirar a San Telmo y San Miguel, las imágenes del gremio de Mareantes, de la procesión; esta posibilidad fue de inmediato rechazada por la mayoría de los asistentes a la asamblea. Los Mareantes sienten la procesión del Corpus como parte fundamental de la historia del gremio y, por lo tanto, no quieren renunciar a esta celebración.

No obstante, a lo que parece que no están dispuestos tampoco es a tener que renunciar a sus tradiciones para estar presentes. Y en este sentido, lo que acordó la asamblea por aplastante mayoría fue participar en la procesión pero hacerlo sin renunciar a "derechos ancestrales con siglos de antigüedad" que tiene el Gremio.

Por lo tanto, el acuerdo consistirá en asistir a la procesión con el tradicional palio, que utilizan "desde tiempo inmemorial", a pesar de la opinión contraria de la Iglesia, que considera que no es necesario dado que este año no será necesario que cubra el Santísimo Sacramento que este año no saldrá al eliminarse el acto litúrgico que tenía lugar en A Ferrería. No obstante, desde el Gremio se defienden asegurando que la Iglesia sí permite la salida de estos palios en otras localidades cercanas en base, precisamente, a su arraigo en las tradiciones de cada población.

Lo que la mayoría de los integrantes del Gremio apoya es actuar exactamente como lo vienen haciendo desde hace siglos de historia, sin realizar ningún cambio en las costumbres establecidas. Aclaran que en ningún caso interferirán en los actos litúrgicos que se realizan dentro de la Basílica, pero insisten en que su participación en la procesión de puertas para afuera será respetando las costumbres que siguen desde siempre.

Así, la celebración del Corpus arrancará con el tradicional convite que realizan a la Corporación Municipal para que degustar el pan de maíz y el aguardiente sobre las diez de la mañana en la capilla de San Roque para posteriormente participar en la misa y posterior procesión a partir de las 11 en la Basílica de Santa María.