Los orígenes del turismo en España serán el eje del I Congreso de Historia del Turismo, que reúne a partir de hoy en el monasterio de Poio a destacados profesores e investigadores de universidades y administraciones españolas, británicas y estadounidenses. Este simposio coordinado por Rafael Vallejo y Carlos Larrinaga permitirá analizar al detalle el nacimiento de una potencia turística.

- El congreso se centra en un periodo concreto del turismo español?

-En el primer tercio del siglo XX, se propone ver en qué medida se va configurando durante esos años un sistema turístico en España, con sus distintos elementos, desde empresas turísticas a agencias, hotelería o la organización turística, una cosa que entonces se llamaba Sindicatos de Iniciativas según una denominación francesa, que aparecen en estos primeros años del siglo XX y posteriormente se intensifica su labor en los años 20 y 30 y luego la aparición de la primera organización turística en España.

- ¿Cómo se llamó en el caso de Pontevedra y quién la promovió?

-En el caso de Pontevedra se llama Junta Provincial de Turismo, que depende del Patronato Nacional de Turismo, el secretario primero fue Xosé Filgueira Valverde y quien estuvo detrás fue otro personaje importante para Pontevedra, Sánchez Cantón, entonces subdirector del Museo del Prado, una persona que seguía muy de cerca lo que se estaba haciendo, entre otras cosas el Museo de Pontevedra, donde estuvo en esos primeros años la oficina, así que nosotros también tenemos nuestra historia local relacionada con el proceso de configuración de un sistema turístico.

- ¿El boom turístico español se gesta en el primer tercio del XX?

-Hay varios temas, conocemos el turismo como un fenómeno de masas y como tal a nivel internacional se produce después de la II Guerra Mundial, es ese turismo de los años 50 y 60 que se hace masivo por la difusión de los medios de transporte, pero el proceso de turistificación es previo, empieza en los años 30-40 en España y otros países, si bien se bien mediante prácticas turísticas previas. Es un proceso largo, el turismo empieza como práctica social, al principio minoritaria, se va prolongando y en el cambio del XIX al XX se intensifica, se populariza, la base social del turismo se extiende, de forma que antes de la I Guerra Mundial ya está muy extendido, no es universal entre comillas como lo será después pero si muy extendido, también a las clases medias e incluso trabajadoras. Ese fenómeno también se da claramente en España.

- ¿Cómo se produjeron los ciclos turísticos en España?

-Hay un cierto boom hasta la I Guerra Mundial, que aquí en Galicia se ve claramente ya que en los años 1909 y 1910 es cuando se crea Vida Gallega, en Vigo la Sociedad de Fomento del Turismo vinculada a empresarios muy concretos, que son los consignatarios, la gente que tiene los balnearios, las grandes empresas turísticas de la época, por ejemplo A Toxa se crea en esos primeros años o el Gran Hotel de Mondariz, Galicia está dentro de ese boom. Y luego viene un pico mundial que es 1929, que en España coincide con las dos grandes exposiciones, que son las mismas que repetirían en 1992, la exposición de Barcelona y de Sevilla. Y después durante la República hay una intensa actividad turística pese a la crisis global y además un fenómeno de difusión. Lo que sucedió es que tras la guerra cae todo el negocio turístico. En el congreso estudiaremos a fondo cómo España está dentro de estas sinergias occidentales, no es diferente, tiene su propio ritmo pero los grandes ciclos son los mismos.

- Cabe preguntarse si España ha sabido gestionar el turismo, viendo el impacto que ha ocasionado en el territorio

-El congreso llegará hasta el año 1939, se centrará en el periodo inicial y no se llegará hasta ese periodo posterior, pero en relación a lo que plantea hay que pensar que el turismo tiene sus impactos, es una actividad que consume territorio. Y una cosa que a lo mejor no sabe la gente es que esa preocupación por los impactos viene de lejos y hay debates sobre ello desde hace años, por ejemplo la Costa Brava existe como tal marca desde los años 30 y los catalanes se preocuparon por el impacto del turismo en la geografía física, la naturaleza, la arquitectura etc, de modo que ya en los años de la República debatieron el problema y la primera planificación para valorar y encauzar las corrientes turísticas a fin de que no tuviesen efectos negativos sobre la arquitectura tradicional y el litoral son de ese momento. Todos esos debates y preocupaciones son anteriores al boom turístico, en general el sistema de turismo no es un proyecto del franquismo como se cree sino que es anterior a la guerra civil, mal conocido porque hay pocas estadísticas, por eso este congreso quiere nuevas aproximaciones, incluso cuantitativas, a ese turismo de los orígenes, porque mucho antes del franquismo ya estaban las líneas fundamentales.

- Muchas personas no ocultan su rechazo al turismo como fenómeno de masas: encarece las ciudades, folcloriza, daña la naturaleza? ¿Qué respondería a quien le dijese que lo mejor que le puede pasar a Venecia, o a Combarro ya que estamos, es dejar de recibir hordas de turistas?

-Le diría que el turismo tiene dos caras y que es un debate que se lleva planteando desde la década de los 70 aunque ahora esta muy de actualidad porque muchas ciudades están sufriendo ese problema. El turismo cuando es muy masivo es invasivo y altera la vida tradicional, le puedo hablar de la carestía o de que desplaza los usos tradicionales y de hecho en Combarro se ve muy bien este fenómeno, en general podría hablarle de varios impactos negativos que obligan a una gestión responsable. Hay dos grandes actitudes: rechazarlo porque es destructor y tiene esos efectos negativos o bien integrar las dos partes, la positiva y la negativa, y eso obliga a una gestión racional, con criterios de sostenibilidad, hay buena literatura sobre el tema, muchos estudios, que tendrían que llegar a las administraciones.