| Como era de esperar, el Salón de Plenos de la Casa Consistorial se quedó pequeño para albergar al público interesado en asistir a la renuncia de Pita. Los más afines al pacto PP-SAL llegaron antes y lograron quedarse los mejores sitios. Mientras, fuera del Concello esperaban los más descontentos que el nuevo acuerdo de gobierno ataviados con pancartas contra Gonzalo Pita y el PP. Escasos minutos antes de que el Pleno comenzase la Policía permitió acceder a algún vecino más al salón, pero pronto cerró el cupo "por razones de seguridad". Eso provocó la ira de los que se quedaron fuera, que no dudaron en golpear insistentemente las puertas haciendo por momentos imposible oír las intervenciones de los políticos.