Los recortes en los Presupuestos Generales del Estado para el servicio postal universal prestado por Correos pondrá en riesgo las oficinas del rural de la comarca, que podrían llegar a desaparecer. Se trata de las de localidades como Marín, Sanxenxo, Poio, Moraña, Barro, Campo Lameiro, A Lama y Vilaboa, así como otras del resto de la provincia.

"Este tijeretazo no solo va a lastrar la cuenta de resultados de Correos, sino que va a precarizar el empleo, recortar la plantilla y sus derechos, con el cierre de oficinas o la reducción de horarios de atención al público, como ha sucedido con los recortes de plantilla en los últimos años", aseguran los sindicatos CC OO, UGT, CSI-F y Sindicato Libre, con un 85 por ciento de la representación en Correos.

Eusebio Cousillas, de CC OO, recordó que se está barajando seriamente la opción de una huelga general en caso de que se aprueben los recortes de más de 60 millones de euros de la actual financiación para la prestación del servicio postal, que la situaría en los 120 millones para este año, cuando el año pasado habían sido 180, al igual que el anterior. "En realidad, el coste real sería de 230 millones de euros, por lo que hay una diferencia de 110", recalcó.

Este recorte, que los sindicatos consideran inadmisible, afectará, advierten, al servicio prestado a la ciudadanía, "ya que somos el único servicio que puede llegar a todas las localidades". "Cada año tenemos que mendigar esta financiación", se lamentan.

"El Estado tiene la obligación legal de financiar un servicio público que, de otra forma, se vería abocado a la desaparición con un evidente y grave perjuicio para los ciudadanos", alertan.

Este recorte de un tercio de la financiación pública que el Ministerio de Fomento tiene previsto es lo que ha llevado a los representantes de los trabajadores a plantearse a organizar una huelga general.

Al posible cierre de oficinas del rural, se suman los recortes en personal, "que podrían ser de hasta 220 puestos de trabajo en el rural de la provincia, con un 45 por ciento de ciudadanos afectados por la pérdida o debilitamiento del servicio postal, así como 5.200 kilómetros de reparto recortado".

Por el momento, ya se ha cerrado una oficina en un conocido centro comercial de la Gran Vía de Vigo y "hay rumores de que se quiere cerrar la de Chapela, en Redondela".

La precariedad en los contratos, en algunos casos de cuatro horas, también es otra de las críticas de los sindicatos, que indican que "cada vez la carga de trabajo es más grande y no podemos llegar a todos los sitios".

Asimismo, los recortes en la plantilla desde 2011 han llevado a que la del municipio de Pontevedra se redujese en más de 11 por ciento, al pasar de 150 trabajadores a 133. En el conjunto de la provincia, han sido de casi un 20 por ciento, al reducirse de 985 puestos a 790.