La instalación de "lombos", tan habitual en el casco urbano y con más frecuencia en el rural, llegará también al polígono industrial de O Campiño, tanto para reducir la velocidad en alguna de sus calles como para resolver un problema que se registra periódicamente en algunas de sus explanadas: las carreras ilegales y las maniobras temerarias que los fines de semana concentra a cientos de personas, tanto participantes como espectadores, y que provoca constantes controles y dispositivos de vigilancia de la Guardia Civil.

El Concello acordó ayer poner en marcha un proyecto de 197.000 euros para adoptar "medidas de seguridad vial" en el parque empresarial de Marcón con el fin de "crear circuitos peatonales" en varias de sus calles y, "secundariamente, evitar los rallies ilegales por allí", según explicó ayer el portavoz municipal, Raimundo González Carballo. Este último apartado se incluyó a propuesta de la Guardia Civil.

Al margen del emplazamiento de los "lombos" en los viales de acceso y en calles interiores, uno de los puntos integrados en este plan de "seguridad vial" es un aparcamiento situado en el arranque de la carretera que sirve de acceso a la zona de A Fracha, una explanada apenas utilizada pero que sí es escenario de las "maniobras temerarias" detectadas por la Guardia Civil, en especial en las tardes-noches de determinados fines de semana.

Este tipo de concentraciones, que se suelen convocar a través de las redes sociales, se detectan periódicamente y la última de que informó la Guardia Civil se registró hace cuatro meses, a finales de enero, con unos 300 espectadores y un centenar de vehículos implicados. Son las cifras habituales en este tipo de convocatorias, que eran bastante habituales hasta hace una década pero que nunca desaparecieron. De hecho, la Guardia Civil también intervino en otra concentración similar en noviembre de 2015.

Responden a las denominadas "quedadas" que se difunden principalmente por WhatsApp de forma viral de forma que pronto conocen la convocatoria cientos de jóvenes. Una vez en el lugar, el objetivo suele ser siempre el mismo, según explican desde el Subsector de Tráfico: "la realización de carreras ilegales y exhibiciones de conducciones temerarias". Trompos, acelerones y otras maniobras peligrosas son jaleadas por los allí presentes.

Cada vez que se detecta un caso de este tipo, el Subsector de Tráfico explica que estas concentraciones en O Campiño son frecuentes los fines de semana aunque con un número mucho más reducido de participantes. En otras ocasiones han detectado a un público más reducido de unas 40 personas y 20 coches.

Posibles sanciones

Desde el Subsector de Tráfico de Pontevedra recuerdan que estas sanciones por la vía administrativa por conducción temeraria conlleva una multa de 500 euros y la detracción de 6 puntos. Por su parte, la infracción por la presencia de drogas está catalogada como muy grave y está castigada con una sanción económica de mil euros y la retirada de seis puntos. Con todo, desde Tráfico alertan de que la conducción temeraria puede también ser castigada por la vía penal si la negligencia o el pilotaje es tan despreocupado que puede poner en serio peligro la integridad física de los usuarios de la vía.

La plataforma de vídeos online Youtube es testigo de algunas de las maniobras temerarias que desde hace más de una década realizan estos pilotos en el polígono de O Campiño. Aunque la totalidad de los vídeos que aparecen en este portal se refieren precisamente a aquella época en donde el problema alcanzó tal magnitud que Tráfico tuvo que actuar contundentemente. El problema parecía desterrado de una vez por todas pero reapareció en noviembre de 2015. Tráfico volvió a desarrollar entonces un operativo similar para lanzar un mensaje claro de que no iban a permitir que O Campiño se convirtiese en una pista de carreras. La vigilancia se extendía a otras zonas como el Lago de Castiñeiras en donde también había alguna que otra quedada.