El acondicionamiento de la plaza del Hospital Provincial llega a su final. Tras la recuperación de la zona verde y la retirada de los setos que la circundaban, ahora el Concello acometerá la recuperación de la estatua de Francisco Asorey, que volverá a su situación originaria: en la escalinata central de la entrada principal del hospital.

Por 18.385,21 euros, el Concello encargó a la empresa Toxos Outos la retirada, restauración y reubicación de la escultura, un trabajo que comenzará en las próximas semanas.

La restauración comenzará con la retirada de la pieza de los jardines y con la eliminación de la zapata de hormigón en la que se sustenta y que no forma parte de la estructura originaria. Ya en taller, se hará la limpieza y el tratamiento para la eliminación de todos los microorganismos que pueda tener la escultura, el sellado de las fisuras, la reconstrucción de los volúmenes perdidos y la limpieza de la imagen de bronce del benefactor del centro hospitalario, Manuel Cabanelas.

La última parte será el traslado al primero descanso de las escaleras principales del Hospital, para donde se pensó originariamente. Se colocará sobre una pequeña superficie de piedra de 10 ó 20 centímetros, como estaba en los años cuarenta, según las imágenes de la época.

La intervención seguirá los procedimientos de la Dirección Xeral de Patrimonio para este tipo de trabajos, a pesar de que no se precisa la autorización de la Xunta ya que no se trata de un bien catalogado, pero se informará debidamente a Patrimonio para seguir conjuntamente la intervención.

Encargada en 1940

La escultura fue encargada por la Diputación de Pontevedra en 1940, en aquel momento propietaria del Hospital, al escultor cambadés Francisco Asorey (1889-1961) por 10.000 pesetas. Originariamente tenía un estanque y un pedestal. Está ejecutada en granito de las canteras de Pontevedra y de Castrelo, con el retrato en bronce del benefactor del Hospital Provincial en la peana de la escultura. Iconográficamente debería representar la filantropía, aunque se asemeja más a San Sebastián, patrón de Pontevedra y también de Covelo.