El Concello vuelve a ser, una década después, el pleno propietario del estadio municipal de Pasarón y acaba de aceptar la recepción oficial de las obras de reforma, cinco años después de que la Diputación diera por concluida una polémica ejecución plagada de problemas desde su inicio, allá por julio de 2006.

En marzo de 2012, la entidad provincial, titular provisional del recinto desde 2006, dio por terminadas las obras después de una inversión que superó los 16 millones de euros, más del doble de lo previsto inicialmente. En estos cinco años no hubo actuación alguna en el campo, pero el Concello nunca llegó a recepcionar esa reforma, de modo que el estadio navegaba en un "limbo" legal, sin un titular claro.

Hasta ahora. El concejal de Obras Demetrio Gómez anunció esta mañana que esa recepción ya está acordada y justifica la decisión en la "necesidad de disponer de esas instalaciones con el fin de acondicionar una parte del estadio para el futuro centro social de O Burgo", un proyecto que se maneja desde hace años pero que ahora parece "urgente". Al respecto, Demetrio Gómez explicó que ya se ha contratado al mismo arquitecto que diseñó el estadio para que elabore un proyecto de acondicionamiento que resuelva, entre otros aspectos, los accesos a ese centro social, que deben ser independientes de los del propio campo de fútbol.

El edil apunta que, en esencia, no cambiará nada con esta recepción, salvo que la "Diputación queda desvinculada". El Pontevedra CF continuará asumiendo los gastos de mantenimiento que ya afrontaba, y solo será necesario "legalizar" unas antenas de telefonía móvil instaladas en el pasado en el campo sin autorización municipal. Eso sí, el Concello debe afrontar pequeñas tareas de mantenimiento como rellenar extintores.

De este modo, se da por zanjado un proceso que comenzó hace más de una década y que ha estado salpicado casi permanentemente por la polémica. Ya el concurso para ejecutar y financiar las obras fue conflictivo. Tras cederse el campo a la Diputación, los trabajos comenzaron en julio de 2006 con un plazo de 18 meses, pero hasta marzo de 2012 no se dieron por finalizadas.

Aunque llegó a celebrarse, en septiembre de 2014 un partido de inauguración con la selección española, el debate sobre la recepción de las obras nunca se resolvió. La Diputación, aún con Rafael Louzán en la presidencia, dejó de hacerse cargo de los gastos de mantenimiento en 2013, mientras que el entonces concejal de Deportes, Agustín Fernández, acudía a la Fiscalía para denunciar el sobrecoste de las obras.denuncia que acabó archivada.

Paralelamente, otra investigación judicial, la de las 5 Jotas en Vigo, involucraba este proyecto con una supuesta trama de facturas falsas. Estas historial judicial se presenta como la principal causa de que todo el asunto estuviera totalmente parado en estos últimos años, hasta que se "calmaran las aguas".