La desafección del aparcamiento disuasorio frente al Pabellón abriría la puerta al Concello a actuar de forma más definitiva en ese recinto, situado al borde del río Lérez y que abarca desde el puente de O Burgo hasta el de Santiago. Al margen de que ya no sería necesario solicitar permiso a Costas para acondicionar la zona cada año (repleta de socavones y baches que forman grandes charcos con las lluvias), también facilitaría su incorporación al proyecto que maneja desde hace meses el Concello para peatonalizar el puente de O Burgo y reordenar todo su entorno por cerca de dos millones de euros.

El concejal portavoz municipal, Raimundo González Carballo, evitó ayer avanzar en los planes municipales al respecto y negó que haya más previsión para esta explanada que la actual, eso sí, logrando que no sea necesario renovar cada año el permiso de Costas para su reparación. En todo caso, en estas desafecciones, no entraría la estación de servicio de la zona, que cuenta con concesión de Costas hasta 2018. Tampoco se incluyó, de hecho, en el proyecto de reordenación del puente de O Burgo, en especial en su cabecera norte. El gobierno local afirma que "esta desafección ya está negociada con Costas", pero la tramitación aún se prolongará un año, con lo que pare entonces también podría estar decidido si la gasolinera sigue o no en su actual emplazamiento.