Acompañado del alcalde de Poio, Luciano Sobral,los demás ediles del BNG y de algún que otro representante más del partido. Así llegó a primera hora de la mañana de ayer Xosé Luis Martínez a los Juzgados de A Parda, en Pontevedra.

Poco más de un mes después de anunciar en rueda de prensa que debía ir a declarar por una investigación abierta en el proceso de contratación de los stands en la Festa do Mar de 2014, el edil de Turismo a su cita con el juez de instrucción en la sala número 2.

Al término de su declaración, Xosé Luis Martínez no quiso profundizar en lo que había hablado con el juez. Pero Martínez se mostraba "tranquilo" al considerar que él no es culpable de nada: "Tengo la conciencia tranquila".

Pero al mismo tiempo, el responsable de Turismo no ocultaba su cierto alivio tras verse las caras por fin con el juez instructor del caso y responder a las cuestiones que le planteó. "Obviamente no estoy dando botes de alegría, pero me alegra haber pasado ya este momento", destacó Martínez, que continuará trabajando como hasta ahora dentro de sus competencias.

El concejal explicó que no conoce los plazos ni tiene idea de cuando se puede saber la decisión definitiva del juez que podría archivar el caso o bien abrir un juicio oral en el que Martínez esté encausado como presunto autor de un delito de prevaricación.

Sin embargo, la ley establece que la instrucción en este tipo de casos dura un máximo de seis meses. El proceso comenzó en marzo, por lo que todo al verano como la época en la que habrá novedades.