El incendio de la parroquia cotobadense de Borela queda oficialmente extinguido a las once de la noche de ayer, tal y como informa la Consellería do Medio Rural, que explica que las últimas esticaciones cifran en 30 hectáreas la superficie quemada, tanto de monte raso como de monte arbolado.

En los trabajos de extinción trabajaron ocho agentes, 17 brigadas, nueve motobombas, una pala y dos helicópteros, así como numerosos vecinos, que evitaron, en la medida de lo posible, la propagación del fuego, fundamentalmente, refrescando las zonas más conflictivas.

Tal y como explicó el alcalde de Cerdedo-Cotobade, Jorge Cubela, el incendio se originó a principios de abril, y todo apunta a que se trató de una quema por parte de un vecino, aunque no está confirmado de forma oficial. Desde entonces, el fuego se reavivó hasta en tres ocasiones, la última en la madrugada del viernes. Esa noche, el centenar de vecinos de la parroquia estuvo en vilo ya que el fuego se acercaba a la zona en la que hay varias casas, aunque no hubo mayor peligro.

El Concello había emitido precisamente esta semana un bando en el que instaba a los vecinos a mantener sus parcelas limpias, ya que en caso contrario se procedería a la ejecución subsidiaria.