Hace unos meses el Concello aprobaba el nuevo inventario de bienes municipales, que no se actualizaba desde hace años. Ahora le toca el turno a la cartografía de todo el municipio, un documento que permanece sin variación desde 2003, hace casi tres lustros. Estos trabajos incluyen la realización de vuelos por todo el municipio, según se detalla en las condiciones para adjudicar este contrato, que parte con un presupuesto de 135.000 euros.

La documentación municipal detalla que "con el paso del tiempo, la cartografía municipal se ha quedado obsoleta y por ello se debe actualizar en una extensión total de 11.700 hectáreas". Los técnicos señalan que "disponer de una cartografía actualizada es de gran utilidad para muchos y diversos ámbitos, que van desde el planeamiento urbano, el catastro, la gestión del análisis territorial y medioambiental. Es por esto que existe una necesidad de renovar periódicamente dicha cartografía".

Aún así, se alerta de que "este proceso no está exento de dificultades a la hora de identificar las áreas que han sufrido cambios a lo largo del tiempo. Si no se realiza de manera sistemática y mediante procedimientos automatizados, podría suceder que no se lleve a cabo por su complejidad, o que la actualización no sea rentable".

Se subraya que "para el Concello es importante disponer de una cartografía municipal actualizada, que sirva de soporte a la gestión y contribuya a mejorar los servicios a la ciudadanía. Procesos como las revisiones del Plan General de Ordenación Urbana o la creciente demanda de productos y servicios cartográficos por parte de los servicios técnicos municipales, y de todos aquellos agentes que actúan sobre el territorio, acentúan aún más la permanente necesidad de renovación".

Estos trabajos no pueden prolongarse más allá de los cuatro meses desde su adjudicación y una vez realizados los vuelos fotogramétricos, son necesarias labores de campo para detallar datos como el ancho d las calles, el trazado de las aceras, los edificios públicos y centros oficiales, las construcciones singulares, los nombres de las calles y la toponimia, la ubicación de torres y fuentes e incluso la existencia de quioscos permanente.