El gobierno local se muestra dispuesta a asumir algunas de las demandas de los hosteleros de la ciudad para flexibilizar la actividad de las terrazas de los bares en la calle, pero a cambio advierte de que "habrá sanciones y se multará a los infractores" tanto en esa cuestión como en el aspecto y cuidado de estos veladores. Así lo apuntó ayer la concejala de Promoción da Cidade -y desde hace unos días también del centro histórico- Anabel Gulías, en la primera de las reuniones que mantiene para actualizar la ordenanza municipal de terrazas.

Este documento entró en vigor en 1997, hace veinte años, cuando la peatonalización de la ciudad aún no había dado sus primeros pasos y el fenómeno del "terraceo" era residual en comparación con el auge actual. A día de hoy, en el casco urbano están autorizadas más de 1.800 mesas -con sus correspondientes cuatro sillas- si bien se sospecha que se instalan muchas más.

Aunque fue el PP el que en enero pasado puso sobre la mesa la necesidad de actualizar esta ordenanza, el gobierno local parece dispuesto a "aplicar más control" en el sector. La reunión de ayer con los hosteleros es la primera de una ronda de contactos en la que también está previsto contactar con asociaciones de vecinos y de personas con movilidad reducida e incluso con usuarios de las bicicleta, con el fin de recoger las opiniones y propuestas de todos y tratar de alcanzar un texto de consenso.

Compatibilizar usos

Al respecto, la concejala insistió en que además de los hosteleros "hay que respetar los derechos de otras personas, hay que tener en cuenta el ancho de las aceras y garantizar el acceso peatonal y de las personas con movilidad reducida, porque ahora hay plazas por las que no se anda".

En la reunión de ayer, en la que Gulías ya apuntó que no se marca un calendario para disponer de la nueva ordenanza (y no estará lista para el verano), quedó claro que la principal demanda del sector es una ampliación de horarios, tanto de montaje por la mañana (que ahora no se puede hacer antes de las 11.00) como de retirada por las noches, en general media hora después de medianoche. La concejala admite que el límite matutino "está desfasado y es demasiado tarde", por lo que se abre a adelantarlo, siempre y cuando no interfiera en la limpieza de las calles.

Al respecto, los hosteleros señalan que "lo ideal es poder montar las mesas al abrir el negocio, ya que hacerlo después afecta a la actividad normal" y con respecto a la limpieza lanzaron una propuesta que la concejala no ve con buenos ojos: que cada local asuma el adecentamiento del tramo de calle ocupado por sus mesas. "No lo veo -insistió varias veces Gulías porque implica un control y seguimiento" añadido al ya previsto sobre cumplimiento de las normas generales.

Fue en este punto donde la edil subrayó en que "con la nueva ordenanza habrá sanciones, entre ellas a causa de la limpieza, porque la actual no las fija". Esta normativa de 1997 sí detalla una serie de infracciones pero se remite a la normativa general a la hora de establecer posibles multas, sin detallar cuantía alguna. "Hemos detectado una mala conservación" de los elementos de las terrazas "y eso hay que controlarlo", apuntó Gulías.

En este sentido, la concejala anunció hace algunas semanas que uno de los trabajos previos era la realización de una inspección técnica de todos los veladores actuales, sobre todo en el casco viejo, para verificar su estado de conservación y si se ajustan a los materiales requeridos.

Invierno y verano

En cuanto al horario de cierre, los empresarios creen que "está desacompasado con la realidad" y proponen ampliarlo durante todo el año o, en su caso, aplicar uno de invierno, más restrictivo, y otro de verano, más amplio, que podría abarcar de mayo a septiembre. Tampoco la concejala se muestra muy partidaria del horario único, pero "se estudiará" el partido.

El sector insiste en que "en verano y los fines de semana es muy corto" y "resulta incómodo tener que levantar a los clientes para desmontar las mesas". Además, se quejan de la "presión de la Policía Local". Mientras el horario de cierre necesita de un mayor debate, la concejala sí parece dispuesta a asumir otra demanda de los bares relacionada: permitir que el material de las terrazas (mesas, sillas u otros elementos) quede en la calle y no dentro del local, si bien con la expresa exigencia de que "quede apilado y ordenado". La concejala admite que meter y sacar cada día esos elementos "es un trastorno". No obstante, ya hay locales que a día de hoy dejan las mesas apiladas en la calle, aunque solo en sitios donde hay espacio suficiente para ello.